Aires de Jaén

    16 dic 2019 / 09:32 H.
    Ver comentarios

    Hace escasas fechas, tuve la fortuna de asistir como invitado a la inauguración de la nueva almazara que estrenaba la empresa “Aires de Jaén” situada en el término de Jabalquinto y muy cerca de Mengíbar y con la que esta compañía ya puede cerrar el ciclo productivo de aceite de oliva virgen extra, desde el cultivo del olivar hasta el envasado del aceite de oliva.

    La satisfacción que como jiennense supone el hecho de que una empresa local apueste decididamente por la calidad por encima de otros atributos, es muy elevada. El comprobar como esa misma empresa pone el foco en concienciar al productor, de que es precisamente a través de esa calidad la única forma viable de conquistar mercados, supone igualmente un alto índice de satisfacción. Sin embargo, aún es mayor ese nivel de satisfacción, cuando como profesional de la estrategia empresarial, tienes la oportunidad de experimentar en primera persona las claves necesarias para la realización de un buen evento.

    Con frecuencia se suceden en nuestra tierra eventos de mayor o menor importancia, que siguen un guión estándar y poco diferenciado y que no consiguen cumplir con los objetivos estratégicos perseguidos por las empresas que los organizan.

    No fue este el caso del evento del que les hablo. Y créanme si les digo que no las tuvieron todas consigo, pues la mañana se presentó con una intensa lluvia que a priori dificultaba la operativa. Y no lo fue por diferentes motivos: el primero, haber podido disfrutar de una experiencia excelente desde mucho tiempo antes de que comenzara el acto, así como mucho tiempo después de que terminara el mismo. Cuidado exquisito en invitaciones, obsequios, historias, emociones, servicio o networking fueron algunos de los puntos de contacto de los asistentes con la marca, en el antes, en el durante y después del evento en sí. No olvidemos que un buen evento es aquel que, con creatividad y trabajo de producción, consigue emocionar. El segundo motivo, la posibilidad, pese al enclave rural en el que se localiza la almazara, de disponer de una buena conexión a internet, que facultaba a los asistentes a interactuar a través de sus perfiles en redes sociales, ofreciendo notoriedad y relevancia al evento en tiempo real.

    En tercer lugar, la planificación del evento en sí respondía a una estrategia que no dejaba escapar ni un detalle. Objetivos bien definidos en cuanto a adquirir visibilidad y a conseguir notoriedad de marca; definición clara del público objetivo en cuanto al número de asistentes y al perfil de los mismos; presentador y ponentes a la altura del evento en cuanto a relevancia y experiencia que los avalaba como referentes capaces de transmitir sus conocimientos e inspirar a los asistentes; la llegada y el registro de los mismos se desarrolló de manera ágil y organizada; el sonido y los medios audiovisuales funcionando a la perfección; cumplimiento con el timing del orden del día que ofreció sensación de seriedad y eficacia; medios de comunicación acreditados y representantes políticos y sectoriales de peso; visita guiada con asesoramiento cualificado y un largo etcétera de detalles cuidados a la perfección que consiguieron hacer que lo importante, el contenido, fuese el auténtico y merecido protagonista.

    Cuando una empresa tiene claro cuáles son sus objetivos, siempre le resulta más sencillo definir qué tipo de evento necesitará y cuál será el formato más adecuado para el mismo.

    La familia de “Aires de Jaén” con la inauguración de su almazara, no consiguieron solamente presentar el resultado que cierra el ciclo de producción, selección, fabricado, envasado y comercialización dentro de su estructura, sino que lograron acercarnos de forma experiencial el resultado de aunar trabajo, innovación y experiencia en forma de un evento que fue el fiel reflejo de cómo se debe trabajar para conseguir estar presente en un mercado competitivo y en continua transformación.

    Mercado éste, que debe comenzar a conquistarse en la mente de los invitados. Enhorabuena!.

    Articulistas