¿Ahora qué, papas o bistec?

El futuro que nos espera es una partitura en blanco. Toda la música escrita con tantas fatigas, tanto dolor y tantas incertidumbres se puede ir al carajo si volvemos al cabestrismo nacional. Que el 9 se acabe el estado de alarma no significa que nos soltemos la melena con menos cálculo que una nube y que queramos en cinco minutos ponernos al día del mal rollo acumulado desde que empezó la pandemia de marras. Aquí hemos perdido todos, unos más que otros, pero podemos perder mucho más si no usamos la sesera. Partiendo de que estamos más quemados que las pistolas del Coyote, ahora es cuando hay que dar el do de pecho. El binomio economía-salud sigue más vivo que nunca y los tíos del taco siempre vuelcan la olla del mismo lado. Así que como nosotros no pongamos de nuestra parte, todo se irá al garete y vuelta a empezar con la ruleta mortífera de la fortuna. Si no sacamos conclusiones de todo lo pasado, es para “que nos folle Mantecón y no nos pague”. Espero que acaben los enconamientos partidistas y el discurso sea preventivo y de unidad, de lo contrario nos comeremos una mierda como el sombrero de un picaor. ¿Y tú qué, papas o bistec?