¿Adversidad u oportunidad?

La Nochevieja de 1994 una zona de la Alpujarra granadina se quedó sin luz. Lo que para la mayoría de sus pueblos fue un mal comienzo de año lo transformó Bérchules en una oportunidad. Trasladó la Nochevieja a agosto, y recibió como ayuda los excedentes de turrones, iluminación... ya llevan 25 años celebrándolo y se han convertido en referente de turismo interior esos días de verano, lleno absoluto, una localidad de unos 400 habitantes con unos 12.000 visitantes. En Granada capital, este lunes amanecieron las principales vías con rayas amarillas y señalización vertical nueva. El confinamiento ha quitado la nube de polución sobre la ciudad y el alcalde ha decidido cambiar la movilidad para la vuelta. Reestructura 125 kilómetros de calles, casi peatonalizando la mitad, y generando carriles bicicleta y VMP. Decía Séneca que no hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba. Son ejemplos de transformar la adversidad en oportunidad. Ahora es nuestro momento de tomar un camino atrevido, de reinventarse, de transformar esta lamentable cuarentena en un cambio radical en nuestra vida. Cojamos las piedras de este camino y convirtámoslas en peldaños.