Aceiteros ejemplares

    02 sep 2019 / 09:22 H.

    Es sabido que Castillo de Locubín tiene las mejores cerezas del mundo; pero, asimismo, la calidad de su aceite de oliva virgen extra es suprema, extraordinaria, máxima, superior. En este hermoso pueblo de la Sierra Sur hay dos cooperativas prestigiosas, afamadas y reconocidas: San Isidro y San José. Hoy, me voy a referir a tres aceiteros ejemplares de esta última: José Miguel Castillo Rueda (gerente), Francisco José Contreras Castillo y Víctor Jiménez Rosales. El oro virgen extra, aquí producido, con una textura y un regusto especial, en mezcla dilecta entre la aceituna picual y la picuda, tiene bastante que ver con la dedicación, entrega y entusiasmo de estos tres hombres a una profesión que quieren como nadie. Mucho tiene que agradecer nuestro pueblo a José, Francisco y Víctor, puesto que el aceite de oliva virgen extra que sale de la cooperativa San José sorprende y deslumbra en los mercados por unas características y propiedades que lo hacen único en el mundo. La gastronomía más exigente y la salud saben de su excelencia. Pan con este aceite: pan con oro. Un producto único que universaliza el nombre de Castillo de Locubín. Que conste, pues, nuestro reconocimiento a la labor admirable de José, Francisco y Víctor.