Accesos turísticos al Castillo
Ya han sido más de tres los grupos de turistas que visitan la capital que me han preguntado este verano, mientras hago deporte por el casco antiguo y carretera de circunvalación, por dónde se puede subir a pie al Castillo. Y la verdad me duelen prendas remitirlos a las veredas que lo circundan, pues por más que a mí me parezcan maravillosas y bucólicas, no creo que sean una carta digna de presentación para esos visitantes que esperan unos accesos adecuados a sus expectativas, y por qué no decirlo, a su calzado de domingueros. Ya sin sornas, a nuestra joya de la corona le falta desde siempre unos accesos peatonales acordes al monumento y a la necesidad de facilitar su disfrute para un turista al que no le sobran sitios donde ir sin tener que buscar vehículo. Es más, el turista caminante es el más abundante a Dios gracias, pero Jaén no puede ofrecerle ese camino desde el centro, que esté bien señalizado y que pasando por nuestras calles más señeras, le encumbre por un sendero óptimo, accesible y bello, no por esas trochas que incluso finalizan antes de llegar obligando a caminar por la calzada, a riesgo de un atropello. Ya es palmario dedicar esfuerzos para buscar la forma de hacer decente y atractiva turísticamente esa subida que tanto rédito podría dar.