Absentismo laboral

20 sep 2019 / 09:37 H.

Se comprende que los jóvenes —y los menos jóvenes— busquen como salida al paro entrar por la puerta de la política. La empresa política es un chollo. Buenos sueldos, escasa responsabilidad y poco, muy poco trabajo. El actual Gobierno y todo el Parlamento están anclados en un absentismo laboral alarmante. Nadie ha dado apenas un palo al agua en lo que va de año. Y no será porque en este tiempo no hay agua de sobra por todas partes. Y no es que los casi 400 diputados que ocupan el Parlamento no quieran trabajar es que el director de la empresa no ha sido capaz de organizar el trabajo. Pedro Sánchez no parece ser la mejor solución para España ni tampoco para el PSOE. No ha sido capaz de aprobar ninguna ley importante y hasta el trabajo de hacer unos nuevos presupuestos se lo ha ahorrado y continúa manejándose con los de Cristóbal Montoro, un exministro jiennense que nunca creería que su trabajo iba a ser de tanta utilidad a la competencia. El descanso continuará unas semanas más hasta que lleguen las elecciones, otras más. Recuerdo que cuando se hizo la transición española había ciudadanos que no habían vivido nunca unas elecciones. Ahora se están hinchando de verlas al punto de que ya producen ardor de estómago. A finales de octubre, los políticos se pondrán manos a la obra haciendo el trabajo que mejor saber ejecutar: El tratar de dar gato por liebre a los ciudadanos. Y ya está. Después a verlas venir y cobrar dietas por desplazamientos, como alguno, hasta cuando está de baja por enfermedad. Y se preocuparán de criticar si Pablo Iglesias toma café con Rivera, un detalle muy fundamental para el buen gobierno del país. Los problemas de las ciudades y de los pueblos seguirán esperando. No sólo este absentismo laboral se nota en los altos poderes del Gobierno, también los gobernantes locales se mueven poco, aunque lo de menos es que se muevan o no, sino que aporten soluciones. A dos metros de la puerta de mi casa tengo un bache que ya es legendario. El último concejal del ramo —del Partido Popular— visitó el Puente Tablas para comprobar sus deficiencias urbanas. Estuvo parado al borde de este bache y, lo que son las cosas, por lo visto el bache es de mejor calidad que el concejal, porque él ya no está y el bache sigue cada día más hermoso. Este y todas las docenas de baches que sufrimos en esta comunidad.