A ti nadie te quiere

    24 oct 2024 / 09:27 H.
    Ver comentarios

    Comprobó que su número era el que aparecía en pantalla, se levantó rápidamente y entró a aquella sala con el corazón encogido, temblorosa, obedeciendo, como una niña pequeña, a todo lo que una voz, amablemente, le iba pidiendo. De este modo, se fue desprendiendo de su ropa y se dispuso a colocarse frente a unas máquinas que le parecían más horrorosas que nunca: hacia la izquierda, hacia la derecha, de frente, de lado... Ahora, túmbese y espere. Y en esa espera, se agarró a las imágenes que más calma le ofrecían, las de los suyos, mientras suplicaba que todo estuviera bien. Sin embargo, llegó alguien girando el timón, mordiendo y escondiéndose, arrasando como un tsunami, obligando a ensanchar la vida y a entenderla de otra manera, con el aquí y el ahora, dejando en la sombra lo que de verdad le importaba, aprendiendo a abrazar la incertidumbre, a comenzar una carrera de fondo completamente desconocida por desiertos jamás visitados. Y en esa travesía, la medicina y el amor se aliaron y salió a flote y vociferó y gritó que el otoño debe ser marrón y no rosa y lo abucheó con fuerza para recordarle: “Nadie te quiere, nadie quiere pronunciar tu nombre, aquí y a ti nadie te quiere”.

    Articulistas