A resultas del huerto

    16 oct 2019 / 10:15 H.

    El pasado mes de mayo escribí y se publicó un artículo que hablaba del huerto antiestrés que habíamos construido mi marido y yo. Pues bien, meses después ya hemos obtenido los deliciosos resultados del mismo. La verdad es que necesita muchas horas de dedicación, mucha agua y mucho cariño. Empezamos consumiendo las ricas cerezas, las cuales por cierto intenté congelar para ver si era una buena opción y no dio resultado. También los melocotones, las ciruelas, las peras y los “peros” como le llamamos aquí a las manzanas.

    Todo esto del vuelo, y del suelo, verduras y tubérculos varios, como habas verdes, alcachofas, pimientos rojos y verdes, tomates, pepinos, berenjenas, ajos y cebollas. Y aquí lo interesante es que he aprendido de mi madre la tradición de hacer la mayor parte de conservas con el objetivo de no tener que tirar nada: el tomate pelado y bien escurrido, el melocotón y la pera a trozos, en tarros de cristal y cocidos al Baño María, los pepinillos y berenjenas encurtidos en vinagre.

    Con los pimientos rojos y verdes se puede preparar pisto o asarlos en el horno y luego congelados en tarros o en taper. Y además de estos productos de la huerta, observo mi estantería y veo también botes de ricos alcaparrones y de deliciosas aceitunas “de cornezuelo”. Preparar esta variedad de aceituna es muy fácil: primero hay que machacarlas una a una sobre un pinete de madera y con un majote o mazo también de madera. Meterlas en agua durante una semana, cambiándosela cada 24 horas y cada vez que se la cambias le añades una “almorzá” de sal gorda.

    El séptimo día hacer lo mismo y ya aliñarlas con sal, una cabeza de ajos partidos por la mitad con su piel, un pimiento rojo choricero, hinojo y tomillo. Cierras el recipiente... ¡Y ya están listas para consumir!.

    ¡Ah!, y me recomienda no usar las manos para sacarlas, mejor un cucharón y si es de madera mejor. Están riquísimas y sirven de acompañamiento a cualquier plato.