A Guille

Hoy parece día corriente, pero no lo es. Hace justamente 18 primaveras decidiste venir a este mundo. Y eso cambió tu vida y la mía. Tu premura por llegar y la necesidad de conocerte hizo que conectáramos al instante; instante que al día de hoy se ha mantenido en el tiempo porque viniste a ocupar ese espacio que tenía reservado para ti y que tanta falta me hacía sin saberlo. Hoy entiendo muchas cosas. Aún seguimos unidos por un cordón invisible que sé que siempre estará conmigo. En este día tan especial, me encantaría regalarte un millón de cosas, esas que se quedan en el alma. Ilusión, ojalá nunca te falte, ella será el motor de tu vida, hará que todo sea posible. Valentía y fuerza, para que siempre encuentres el coraje de enfrentarte a las cosas que a lo largo de tu vida te harán sufrir. Un sin fin de amor y comprensión, no solo para ti, sino para que seas tú el que lo regale a los demás, no te imaginas el alimento que supone para tu cuerpo y tu mente. Y, por último, quisiera regalarte mi propia experiencia en el tiempo que nos quede para estar juntos. Con sus cosas buenas, y regulares, quédate con aquello que consideres y pueda servirte en tu propio camino, utilízalo y aprende, sabrás ya que na-da es fácil, pero crecer, no en años, sino como persona, es lo más bonito. Tu vida es un regalo para ti y créeme que es el mejor regalo para mí.