A golpe
de un click

Nuestra sociedad ha cogido una vertiginosa velocidad de cambio, en todos los campos, haciéndonos perder la paciencia y el tiempo necesario para irlos asimilando pausadamente. Las redes sociales se han convertido en el eje vertebral sobre el que pivota nuestro saber y conocimiento más inmediato, alcanzando la ansiada inmediatez de la noticia o comunicado sin tener el sosiego suficiente para meditar todo lo que nos echan encima. Podemos llegar a ser zombis modernos, si no contrastamos esas ideas con nuestros familiares, amigos, vecinos, maestros... El becerro de oro actual, juntamente con el dinero y el poder, es la información actualizada a ultranza, que pretende contaminarnos e implantar novísimos ideales políticos, religiosos, ambientales, farmacológicos, alimenticios, personales... Envueltos en papel de celofán, y en donde imperarán los siete pecados capitales, constituyéndose en una especie de caricatura deforme y singular muy atractiva. Cada cual debe armarse de paciencia, valor y precaución, procurando no quedar atrapado y enganchado para siempre, cual esclavo del golpe de click continuado, sabiendo que pueda ser manipulado más que antaño.