21.321.790
Este es el número de afiliaciones en alta laboral a la Seguridad Social que alcanzó España al finalizar el mes de mayo y que hemos conocido esta pasada semana. Desde luego es una cifra récord, que nos permite dejar muy atrás los 18,7 millones de enero de 2007 —antes de la Gran Recesión— y, por supuesto, los 16,1 de febrero de 2013 —mínimo de las últimas dos décadas—, los 19,5 de julio de 2019 o los 18,4 de abril de 2020 en plena pandemia. Nunca antes en España ha habido tal cantidad de trabajadores cotizando al sistema público de la Seguridad Social. Hay en este dato un elemento que no es menor, tal y como es que el 47,39 por 100 de las afiliaciones corresponden a mujeres, lo que permite que se supere por primera vez la mítica marca de los 10 millones de cotizantes femeninas.
Por deformación profesional y por la vocación de esta columna, “poner la economía al alcance de todos”, les diré que la Seguridad Social contabiliza las afiliaciones en alta laboral y no el número de afiliados, tal y como erróneamente titulan algunos medios de comunicación o utilizan en sus coloquios tertulianos no expertos. En efecto, el número de afiliaciones no se corresponde necesariamente con el de trabajadores, sino que se trata de relaciones laborales que generan la obligación de estar afiliado; es decir, que una misma persona se contabiliza en las estadísticas tantas veces como situaciones de afiliación tenga, ya sea porque tiene varios empleos en un mismo régimen o porque los tenga en varios. Asimismo, existen colectivos que no están en el sistema, tal y como es el caso de los funcionarios afiliados a Muface —Mutualidad de Funcionarios de la Administración Civil del Estado— o los miembros de las Fuerzas Armadas integrados en el Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armadas). Entonces, ¿Cuál es la cifra real de trabajadores ocupados?
Para responder a esta cuestión se ha de recurrir a la Encuesta de Población Activa (EPA), que elabora y publica el Instituto Nacional de Estadística. Se trata de una investigación por muestreo de periodicidad trimestral, dirigida a la población que reside en viviendas familiares del territorio nacional y cuya finalidad es averiguar las características de dicha población en relación con el mercado de trabajo. El objetivo de la EPA no es otro que conocer la actividad económica en lo relativo a su componente humano, estando orientada a obtener datos de las principales categorías poblacionales en relación con el mercado de trabajo (activos, ocupados, parados e inactivos); asimismo, obtiene clasificaciones de estas categorías según diversas características (sexo, edad y sector de actividad ). Los datos se segmentan para el conjunto nacional, para las comunidades autónomas y a nivel provincial.
Según la última EPA disponible, la correspondiente al primer trimestre de 2024, el número de ocupados en España era de 21.250.000, siendo en esos momentos las afiliaciones en alta laboral a la Seguridad Social 20.720.300. En suma, la EPA arroja cifras superiores que las que nos dan las afiliaciones. Consecuentemente, cuando en el mes de julio conozcamos la EPA del segundo trimestre, con total seguridad se habrá superado la cifra de los 21.321.790 que hoy comentamos. Las diferencias entre una y otra fuente de información se deben a las distintas metodologías que utilizan y, claro está, a que miden cosas diferentes, tal y como ha quedado señalado. En efecto, las estadísticas de la Seguridad Social son un registro oficial y la EPA es una prospección aleatoria que se realiza a 65.000 viviendas y 160.000 personas, cuando la gran mayoría de los sondeos de opinión se hacen por las empresas demoscópicas a muestras que apenas rebasan los 1.000 encuestados.
Termino por donde empezaba, lo significativo es que haya 21,3 millones de afiliaciones a la Seguridad Social y que, de ellas, más de 10 millones sean mujeres. No me cabe duda de que el empleo es una gran política social, como la sanidad o la educación, seguro que así lo consideran las 220.289 personas dadas de alta en el sistema durante el pasado mes de mayo. En otra columna hablaremos de los parados.