2021: curiosidad y entereza
Nos despedimos de 2020 como año de fragilidad, incertidumbre, vulnerabilidad, dolor. Pero las esperanzas depositadas en 2021, de momento, no se han cumplido: la pandemia avanza; la vacunación no está siendo bien gestionada por varias comunidades autónomas; la tormenta Filomena bate récord en nevadas y temperaturas bajo cero; el trumpismo se despide con un espectáculo delirante, la ocupación insurreccional del Capitolio de Washington, templo de la democracia, por una turba de elementos con cuernos y sin mascarilla, calificados por Joe Biden como “terroristas domésticos”... 2021 es un año que nos convoca a la curiosidad y la entereza. Entre los elementos negativos que nos dejó 2020 se cuentan los 81 millones de infectados por covid, con 1.800.000 fallecidos; las políticas neoliberales de privatización de servicios esenciales; el desplome de sectores económicos; crisis del empleo; o crispación de la convivencia con bronca política y ardor guerrero de determinados medios de comunicación. Pero también 2020 aportó elementos positivos: mejoró la valoración de sanitarios, profesores o empleados de supermercados; se aprobaron unos Presupuestos Generales del Estado que incrementan la partida de Sanidad en un 75%, y, la de Educación, en un 70; los fondos europeos trajeron esperanza; los ERTE salvaron 940.000 puestos de trabajo; científicos como la húngara Katalin Karikó, para Moderna, el matrimonio turco Ugur Sahin y Özlem Türeci que crearon BioNTech, o farmacéuticas como Pzifer, han fabricado las necesarias vacunas contra el coronavirus. De 2021 se espera la resiliencia capaz de reinventarnos; la superación de la crispación política y mediática; la protección de los más vulnerables; el aumento del ritmo de vacunaciones; una primavera con pocos contagios; la prioridad de políticas de servicios públicos y redes vecinales; la salud emocional y el apoyo mutuo; la vuelta (con mascarilla) a las celebraciones familiares, el teatro, los cines, los eventos deportivos; la recuperación de espacios colectivos; el reparto justo de la factura de la pandemia; la activación de la economía y el empleo; la apuesta vital por estar juntos y compartir.