11 de mes
Mi buen amigo Ernesto Medina lleva ya muchos años manteniendo en las páginas de nuestro Diario JAÉN un comentario mensual que él titula “Hoy, 11 de mes”, haciendo referencia a la Virgen de la Capilla. Yo no voy por ahí en esta “brisa” de hoy, aunque la titule igual. He aprovechado que este 11 de diciembre me ha traído a la memoria esa fecha del próximo 11 de enero en que, se dice y se espera, que la Infanta Cristina se sentará en el banquillo para responder por su presunta implicación y responsabilidad en el caso Nóos y me he preguntado, como se preguntan miles de españoles, si ese momento llegará a producirse o no. Son muchas las dudas que ponen en tela de juicio si la hija del Rey emérito Juan Carlos llegará a sentarse en el banquillo. Y no faltan razones fundadas para no creer en esa posibilidad, porque en este país, ya se sabe, la gente importante, con ayuda y anuencia de la superioridad, suele escurrir el busto.
Incluso en la campaña electoral, cuando están saliendo a colación muchos de los nombres de corruptos y posibles corruptos, hay algunos que están en “capilla” por parte de la justicia que no suenan. No he oído hablar del caso Nóos y muy poco del gran escándalo de los ERE. Incluso de Jordi Pujol y su plebe. Eso sí, ha ocupado un lugar notable en las noticias el hecho de que el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez, diga que Jordi Pujol es “un referente de honestidad”. O este arzobispo es un bendito o está en otro mundo, como si él ya se hubiera conseguido la independencia. Así no podemos tomarnos en serio lo que sucede en este país. Y deberíamos hacerlo, porque ya el agua nos está llegando un poquito más arriba del cuello. Y eso que hace semanas que no cae una gota. Tengo la impresión de que, a pesar de la sequía, llegarán muchos aguaceros antes de que conozcamos —los que queden— el final de toda esta cadena de casos judiciales, que son, sin duda, una de las causas más importantes de los problemas de nuestro país y, sobre todo, de que los ciudadanos hayamos perdido la confianza en los políticos. En estos días, pocos echarán cuentas a estos asuntos. Están las elecciones de por medio y está la Navidad que, por unos días, suavizará el malestar general. Pero ya ven que hay dos fechas que concentran el interés: el 20 de diciembre y el 11 de enero.