Una exquisita jornada inaugural

El pregón de Gema Molina y el alumbrado fueron puntos álgidos del primer día

06 oct 2019 / 16:47 H.

Los Villares es sinónimo estos días de júbilo y pleitesía a la Santísima Virgen del Rosario. No obstante, habrá que esperar hasta mañana para ver a la patrona arropar a las calles villariegas bajo su manto. Quedan pocas horas para disfrutar a su paso y rendirle honores y devoción a raudales, aunque la espera no deja de ser llevadera. Son muchas las actividades que en Los Villares se desencadenaron para el disfrute de los vecinos y visitantes. A las cuatro de la tarde de ayer, se inauguró oficialmente los festejos con disparo de cohetes y desfile de cabezudos. La nota musical la puso la Charanga “Los Priches”, cuyo paso por las vías levantaron los ánimos y alegría por unas fiestas tan esperadas. Tan solo media hora después de este “disparo de salida”, se celebró el XV Campeonato de futbolín Fiestas del Rosario. Una programación nutrida con actividades de diversa índole, en la que toman espacio la música, el deporte y, como no podía ser de otra manera, el baile. A las seis, la plaza Fernando Feijoó albergó el “Baile de la Jota de Los Villares y Rueda”. Tan solo treinta minutos después, y en el mismo enclave, comenzó el concierto de la Banda Municipal de Los Villares “Lázaro”. Los villariegos no tuvieron ni un solo momento para hacer un “alto”, aunque tratándose de un día tan especial, el descanso queda inevitablemente se relega a un segundo plano.

Uno de los actos más esperados de las fiestas tuvo lugar a las siete y media de la tarde. Desde un punto de “altura”, ubicado en el mismo balcón del Ayuntamiento, Gema Molina pronunció el pregón de las Fiestas de Nuestra Señora del Rosario. Palabras que evocaron al recuerdo y vivencias enriquecedoras en Los Villares cayeron desde un balcón al que le rodearon unos villariegos ávidos de escuchar a su pregonera. Tras este momento tan especial, el colorido se adueñó de Los Villares por entero. Y es que el desfile de carrozas y cabezudos nutrieron una cabalgata llamativa. Tras ella, a las diez de la noche, la inauguración oficial del alumbrado, en el recinto ferial, fue la llama que prendió en un gran deseo por encomendarse a la fiesta.