Una romería histórica en Gútar

Los villanovenses viven con intensidad la jornada tras meses de trabajo

08 jun 2019 / 11:51 H.

Los vecinos de Villanueva del Arzobispo, y en particular los de la pedanía de Gútar, vivieron una jornada que quedará para la historia con una visita en romería de la Virgen de la Fuensanta. Fueron meses de trabajo y numerosos preparativos tras los que se desbordaron las previsiones iniciales.

La jornada previa se celebró en el Santuario de la Fuensanta una ofrenda floral con cientos de ramos, portados por familias y cofradías. Instituciones y numerosos colectivos que llenaron de aroma todo el santuario, mientras se escuchaban los ecos del grupo “Canela, Menta, Limón”, con sus canciones rocieras y marianas.

Al día siguiente, a primera hora, de la mañana salía la comitiva con más de una veintena de carrozas, caballistas y devotos a pie desde el Santuario hasta la aldea de Gútar. Una romería única y que quedará para la historia, con gran ambiente romero que impregnó toda la jornada.

En el caso de las carrozas, se comprobó la creatividad, el intenso trabajo para adornarlas y adecuarlas. Durante su recorrido hicieron varias paradas a las entradas de las cooperativas para realizar su ofrenda floral. Y ya a su llegada a Gutar, el alboroto de personas de multiplicó, entre las que iban en la romería y las que se sumaron allí. En la comitiva también iban las reliquias del Beato Francisco López Navarrete, que después presidió el altar donde se celebró la solemne eucaristía. Una celebración religiosa que estuvo presidida por el Obispo, Amadeo Rodríguez y concelebrada por Pedro Aliaga, vicario general de los trinitarios; Francisco Juan Martínez vicario general de la Diócesis; Bartolomé López, párroco de Gútar, e Hildebrando Escobar, vicario general de Gútar. Una celebración con lecturas y la participación de vecinos y de la parroquia y el Coro Romero “Virgen de la Cabeza” de Puertollano.

Después se realizó la procesión de la imagen portada por los vecinos de Gútar por la calle principal y aledaños, y tras ella se colocó la imagen en la ermita de la Era de las Tres Puertas. Momentos con mucha emoción por alguna persona que no pudo contemplar la imagen por fallecer en este periodo, el dolor de otra que tuvo que ser hospitalizada la tarde anterior, pero con cariño y mucha devoción, esperanza y luz.

Por la tarde, se produjo el regreso de la imagen de la Virgen y todas las carrozas a sus habituales aposentos del Santuario. En esta ocasión se aprovechó para pasar por el barrio de la Cuesta de la Fuentecillas, discurriendo por la hornacina de la imagen de la Asunción que se colocó en 2018. Y finalmente, de nuevo, tras pasar por las calles villanovenses, la Virgen retornó a su Santuario. Fue una romería única y casi irrepetible, que quedará para los anales de la historia.

Con esta visita se salda, por decirlo de algún modo , la deuda que tenía la imagen de visitar Gútar, ya que en 1965, cuando se celebraron la misiones en la ciudad, se constituyeron seis centros misionales en los distintos barrios y la Virgen en aquel año recorrió todos. Pero, si embargo, Gútar, que contaba por entonces con un elevado número de vecinos, se quedó fuera, por lo que ahora con esta visita la deuda queda saldada gracias a las gestiones del padre trinitario Pedro Aliaga, superior de San Carlino de Roma y vecino de Gútar, y la colaboración del párroco Bartolomé López, del obispo, del vicario general y de la cofradía de la Virgen. Sin olvidar el entusiasmo de los vecinos.