Vibrantes quiebros sobre el albero en Santisteban del Puerto
Los vecinos viven una jornada nocturna en torno a los toros con constantes emociones

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Una noche para el recuerdo en Santisteban del Puerto. El encierro nocturno ya es tradición en el municipio de la comarca de El Condado, que reúne no solo a vecinos santistebeños, sino también a peñas taurinas y amantes de los toros de otros pueblos cercanos. Es bien sabido de la fuerte afición y pasión por los toros en la zona. Municipios como Navas de San Juan o Castellar viven con arraigo esta histórica tradición. Santisteban no es para menos, ya que los encierros y corridas de toros se disfrutan con intensidad, máxime si, como sucedió, ayer, se trata de una sesión nocturna. La asociación taurina El Pitón fue la peña encargada de coordinar la actividad, que permitió a los vecinos del municipio saborear una velada única. El encierro comenzó sobre las ocho de la tarde con el tradicional “chupinazo”. Los más valientes corrieron lo más rápido que pudieron, huyendo y esquivando a la vaca jordana. El animal, cortesía de la ganadería Sancho Dávila, hizo una demostración de su fuerza y su bravura, informa Pablo Porcuna.
Incansable e inquebrantable, la vaquilla persiguió a los jóvenes y miembros de otras peñas taurinas por las calles del municipio hasta llegar a la plaza de toros. Allí fue toreada por los más atrevidos para el deleite de los espectadores, que vieron como sus vecinos se divertían escapando del animal. Lo mismo sucedió con las dos siguientes vacas, aunque de menor tamaño y fuerza, aguantaron menos tiempo en el ruedo. La última ni siquiera corrió por las calles, sino que salió directamente de los toriles. La fiesta no terminó ahí, ya que posteriormente disfrutaron de una verbena con precios populares, amenizada por Orquesta Almanzora en el jardín municipal.
“Esto es una fiesta tradicional y se hacen los encierros, que gustan mucho, y acude gente de todos sitios para verlos”, sostiene Sebastián Fuentes. Para Consuelo Cózar era novedad los encierros por la tarde, aunque confesó que son divertidos, “como siempre”. “Los encierros son un espectáculo que mueve a mucha gente, mueve al pueblo, los negocios y están muy bien”, afirmó Álvaro Rodríguez. Andrés Armijo sostuvo que “es una tradición del pueblo que además trae a mucha gente de fuera”. “No soy de aquí, soy de Barcelona. Mis suegros son de Santisteban y venimos todos los años a disfrutar de estas fiestas”, dijo Isabel Calero.