Veinte años de Fiestas Realengas en Valdepeñas de Jaén
El municipio retrocede a la época renancentista con multitud de actividades

VÍDEO
Desde el 2004, Valdepeñas de Jaén se prepara cada año para una recreación histórica con la participación de los vecinos de la Villa Realenga, un acontecimiento único que cuenta con alta participación. Durante tres días se lleva a cabo un amplio programa de actividades con temática renacentista en los lugares más emblemáticos del pueblo. La inauguración de las fiestas tuvo lugar con un pasacalles formado por Ticana, el grupo de música renacentista, y un variopinto conjunto de personas vestidos de cetreros, magos, bailarinas, zancudos e hipnotizadores. El punto de inicio fue el Molino Museo y terminaron en la plaza Mayor, donde se dio el pistoletazo de salida oficial. En el mismo lugar, se procedió a relatar la historia de cómo Valdepeñas de Jaén se convirtió en Villa Realenga. Todo ello, acompañado de diversos bailes en honor a Ticana. La noche prosiguió con diversas de actividades de baile, magia y fuego que sorprendieron a todos los presentes en la Plaza Mayor, Paseo de los Donantes y Parque del Chorrillo. De esta forma, como marca la tradición, Valdepeñas de Jaén retrocede de forma temporal a la época renacentista durante todo un fin de semana.
Los vecinos y turistas pudieron disfrutar de la gastronomía típica del municipio, sus parajes, actividades y espectáculos para todos los gustos y edades. Para encontrar el origen de estas celebraciones hay que remontarse al 19 de abril de 1558, momento en el que se concede el Privilegio de Villa, firmado por la Princesa Juana de Portugal en nombre de su hermano Felipe II. En este documento se cuenta que Hernán Ximénez y Lucas de Medina, en nombre del Concejo, justicias y regidores, oficiales y hombres buenos de Valdepeñas, aldea y jurisdicción de la ciudad de Jaén, presentan un suplicatorio al Rey para que “hiciese merced al dicho lugar de eximirlo y apartarlo de la dicha ciudad y lo hiciese villa y diese jurisdicción civil y criminal”. Como agradecimiento y compensación para la obtención de este privilegio, Valdepeñas de Jaén ofreció al Rey un millón y trescientos setenta mil maravedíes, destinados a “la guarda y provisión de las fronteras de estos reinos y de África, y paga de las galeras y otras cosas muy importantes”.
“Estas fiestas son muy especiales y bonitas, por eso viene mucha gente a verlas y yo, que soy de aquí, nunca me las pierdo”, manifestó Gracia Milla. Según Encarna Lope, estas fiestas consiguen atraer a más gente incluso que a las del Cristo. “Soy extremeño pero me siento un valdepeñero más. Es la segunda vez que asisto, nos lo pasamos bien y vendré la próxima”, apostilló Benito Garrido. Para Rosa del Carmen Sánchez era la primera vez que estaba junto a Ticana en el espectáculo, lo cual la llenó de emoción e ilusión. “Llevo muchos años en Ticana y en la banda de cornetas, lo disfruto mucho y veo que cada año los hacemos mejor que el anterior”, aseguró Manuel Cobo.