Vadillo Castril, un poblado de madereros que quiere resucitar
El proyecto de reurbanización se licitará a partir del mes de septiembre

Los vecinos del antiguo poblado maderero de Vadillo Castril, en Cazorla, pueden ya “respirar tranquilos”. El delegado territorial de Fomento y Vivienda, Rafael Valdivielso, se reunió con el alcalde, Antonio José Rodríguez, y con la veintena de familias que residen en el núcleo para abordar el proyecto de reurbanización. Según anunció Valdivielso, las obras podrían licitarse a partir de septiembre, y se cumple así con el compromiso con los vecinos, una vez que éstos adquirieron los inmuebles en los que residen tras proceder a su enajenación, algo que acordó el consejo de Administración de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) para regular las edificaciones de este asentamiento.
La Junta, con este proyecto, no solo piensa en la reurbanización, sino también en la mejora del poblado. Así lo explicó Valdivielso, que subrayó que se pretende poner en valor el entorno con la mejora de los accesos y la permeabilidad de los espacios libres y zonas verdes interiores. “Además, se estudia rescatar un recorrido que, partiendo de Vadillo Castril, podría unir la Cerrada de Utrero con el Puente de las Herrerías”, añadió. De igual manera se estudia poner en valor el cauce del río donde, según Valdivielso, se podrían generar actividades como paseos por su ribera, “padelsurf”, l a instalación de merenderos y comederos para los animales. “Y los más importante, se respetará en todo momento el entorno natural”, apostilló.
Vadillo Castril, en el monte Navahondona, tuvo gran actividad en su día. Fue un poblado aserradero, lo que hizo que muchas familias habitaran la zona y se construyeran 31 viviendas y varios edificios. El aserradero dejó de funcionar, y a finales de 2011 el Ayuntamiento cazorleño y la Consejería de Hacienda firmaron un convenio urbanístico para la gestión del poblado. Se encomendó a la AVRA el desarrollo del convenio, lo que contempla regularizar las edificaciones (46.000 metros cuadrados), excepto el antiguo aserradero, pensado como Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera. De este modo, Vadillo Castril cuenta con 31 viviendas de entre 60 y 105 metros cuadrados y, de estas, en 27 viven antiguos trabajadores y guardas forestales. El resto están desocupadas.
A partir de la encomienda, la AVRA ofreció la posibilidad a los inquilinos de adquirir en propiedad los inmuebles y la venta en oferta pública de los restantes bienes del poblado. Los ingresos de la operación se destinarán a la reurbanización y mejora de dotaciones. Con respecto al proyecto de regularización, Valdivielso indicó que las obras tendrán un coste de unos 870.000 euros y los trabajos se ejecutarán por fases, en función de la disponibilidad presupuestaria, a partir de los ingresos de la venta de viviendas y suelos a enajenar.