Una mujer da a luz sola en su casa y de manera inesperada

La joven madre, de 22 años y natural de Bailén, fue atendida tras parir a una niña

21 ene 2017 / 11:27 H.

Nada hacía presagiar que una nueva vida humana se abría paso al mundo, por sorpresa y en plena madrugada, en un bloque de viviendas de la avenida Manolo Gómez Bur de Bailén. Tumbada en el sofá de su ático, sola y sin ayuda alguna, una joven de 22 años llamada Rocío daba a luz a una preciosa niña, Candela, quien llegó hasta su madre de forma totalmente inesperada, como si de un regalo se tratase. Casi tres kilos de peso y 48 centímetros fueron las medidas de esta recién nacida, que fue parida en el domicilio particular de la joven antes de que los servicios sanitarios llegasen para atenderla.

“Yo vivo sola en mi piso y así fue como me pilló todo en el salón. Sentí un dolor muy raro y noté como un bulto en el bajo vientre, me dieron ganas de ir al baño y fue entonces cuando salió la niña. Estaba nerviosa y muy asustada, no era consciente de lo que tenía entre mis manos y tampoco quería moverme para no hacerle daño al bebé”, afirmó la joven madre, desde la cama que ocupa en su habitación del Hospital Comarcal San Agustín, de Linares.

Debido a la imposibilidad de moverse y a que ningún familiar tenía llaves del domicilio, los servicios sanitarios del 061 no pudieron acceder a la vivienda de Rocío, de ahí que se solicitara la presencia de Bomberos y Policía Local para que facilitaran el acceso al interior, donde ocurría el feliz alumbramiento, sin asistencia médica. Según señaló la joven bailenense, los agentes de Bomberos tuvieron que descolgarse y acceder a través de una ventana para poder llegar hasta el salón donde ella se encontraba con su pequeña. “Fueron muy atentos y cariñosos conmigo, me animaban diciéndome que no llorara y que me tranquilizara, porque ya estaban conmigo para ayudarme. Los médicos me atendieron y taparon y también cogieron a la niña”, dijo.

Rocío fue trasladada al centro sanitario linarense, donde permanece ingresada en planta, mientras que su hija se encuentra en observación, aunque, en sus palabras, “estable y perfectamente”. Y es que, según relató la joven madre, durante el periodo de gestación no se sometió a seguimiento médico alguno, por no notar los síntomas de su preñez. “No tenía barriga y, en cuanto a la menstruación, seguía casi igual que siempre, no se me fue por completo, como para sospechar que estaba embarazada. Sí es cierto que a última hora notaba como un burbujeo, como si fueran gases, y dolores de espalda y en los riñones, pero yo lo achacaba a la infección de orina que me detectaron”, apuntó Rocío. La entereza de la joven madre ayudó a que el parto transcurriera sin dificultad, de tal manera que no corrieron peligro su vida ni la de su pequeña, que nació con su periodo de gestación completo. La abuela de la pequeña, Antonia, daba muestras de su felicidad por la llegada de su nieta, quien vino a este mundo con la misma fuerza, energía y ganas de vivir que su alegre progenitora.