Un premio para la brillante carrera de un buen cofrade

El merecedor del Premio del Arciprestazgo de Arjona, Juan de Dios Mercado, es lo que se puede definir como un cofrade de largo recorrido. Fue presidente de la Hermandad de los Santos San Bonoso y San Maximiano, entre 1982 y 1999, también pregonó esta festividad y la romería de la Virgen de la Cabeza. En la actualidad es el encargado del grupo de lectores de la parroquia. Aunque el premio es suyo, una serie de inconvenientes le impidió estar presente en la IV Gala Pasión Cofrade, que acogió la Caseta Municipal de Bedmar, un municipio que está a unos 90 kilómetros de su Arjona natal un trayecto en coche de algo más de una hora.

“Para mí es una gran alegría y un honor haber sido distinguido con este reconocimiento. La mala pata es que no he podido ir por una serie de circunstancias”, explicó con algo de apuro. Sin embargo, las nuevas tecnologías “obraron el milagro” de permitirle ser testigo de la entrega de galardones, ya que los siguió, con la ayuda de su hija, a través de la web de Diario JAÉN, www.diariojaen.es, donde se pudo ver la retransmisión en directo. “Es una cosa preciosa, que hacen ustedes fenomenal y que en mi caso en particular y creo que, en general, invita a seguir con el trabajo a favor de esta expresión popular que es la Semana Santa”, dejó claro y trasladó un ruego: “Les pido que no dejen de hacer estos premios, sacan a relucir todo lo bueno que hay en la provincia. Me siento halagado de ser uno de los galardonados, más aún, después de haber visto el acto de entrega, aunque sea a través de internet”. En cuanto a sus planes de futuro y su compromiso con la Pasión arjonera, a sus 75 años, anunció que, por descontado, está a disposición de esta expresión popular en todos sus aspectos. “Dejé de ser presidente, convencido de la necesidad de que la gente joven coja el timón y tire para adelante, pero sigo pegado a todo lo que hacen las cofradías. Soy un hombre de fe, de grandes creencias y estoy disponible para todo lo que sea de mi pueblo”, afirmó con unas “gracias infinitas” a la organización de la gala y al párroco Agustín Rodríguez, al que conoce y profesa un gran afecto.