Un humilde festival de Torreperogil al que se asoma la canción de autor

Con Antonio Caballero y Antonio Rosillo al frente, el festival “Un Mar de Canciones” cumple quince años con la premisa de acercar lo más destacado de la canción de autor a la provincia de Jaén. “Comenzamos en un parque, con un escenario apoyado en cajas de cerveza con Zahara, Aguilera y Alex Ramos, el tiempo ha pasado y ahora somos, así nos lo dice el público, un festival de esos con encanto, único que no intenta luchar por las cifras, pero que vive anclado en la calidad y singularidad de todos los artistas y actividades que se programan”, reflexiona Rosillo. El presente y el futuro para este tipo de certámenes es muy incierto, como reconocen sus responsables, que destacan que son tiempos en los que la cultura se ve “como un extra”. El IVA y los reducidos presupuestos de las administraciones son factores que determinan el devenir de una cita de este tipo. Pero, a pesar de ello, Un Mar de Canciones se reinventa cada año. “Somos el festival más humilde el lo presupuestario del programa Jaén en Julio y, este año tan revuelto, nos cuesta cuadrar números, pero seguro que al final sacaremos una edición muy especial de aniversario”, deja claro. Por Torreperogil, pasaron Pablo Milanés, Ismael Serrano, Santiago Auserón, Kiko Veneno, Javier Ruibal, Los Secretos, Coque Maya, Quique González, Rozalén y Vanesa Martín entre otros 200 artistas igual de importantes. El festival acogió, en cinco ediciones, la final de “Canción de Autor”, aunque es una incógnita en esta edición que continúe, pero consideran que es un orgullo haber podido ver nacer a voces como Carmen Boza y Antílopez. Y es que, para los responsables de esta cita, acoger la final en un municipio como Torreperogil supone, además de descentralizar la cultura, apoyar festivales pequeños que fomentan también el turismo y la economía en la comarca.
Otra de las realidades de “Un Mar de Canciones”, casi desde su nacimiento, es haber tomado el camino de la solidaridad. Prueba de ello es que creó, en 2009, junto con Quesada Solidaria, una escuela de música en San Rafael del Norte, Nicaragua. Lo más importante, es que el proyecto se mantiene, a pesar de las dificultades, lo mismo que le ocurre al festival peroxileño.