Un fin de semana medieval
Las carreras de caballo, el fuego y la patrona, protagonistas del día







El municipio de Sabiote no falla con su cita anual con el medievo y, por séptimo año consecutivo, los caballeros, juglares y damiselas tomaron sus calles.
Las actividades tienen el Castillo y sus alrededores como centro neurálgico, convirtiéndose esa parte del pueblo en una ciudad con aspecto de diez siglos atrás. Las tabernas y el mercado medieval comenzaron su actividad desde bien temprano, aunque no fue hasta el mediodía cuando llegó uno de los platos fuertes de la jornada: los caballos aparecían en escena. Tras un pasacalles en el que los jinetes desfilaron por el pueblo, toda la atención se centró en la Ronda de Miradores, donde en primer lugar se celebraron las tradicionales carreras ecuestres, con sus monturas medievales. La loma junto a las murallas estaba completamente llena y apenas se veía el verde de la hierba de la cantidad de gente asistente. Los mismos caballistas se encargaron de deleitar a los presentes con una exhibición de justas y lanzas.
Las calles del municipio estaban más llenas conforme pasaban las horas. Visitantes venidos de Francia, Sevilla, Huelva, Madrid, y otros pueblos de la provincia, disfrutaron de los pasacalles, la música, los guiñoles, bailes y desfiles que comprendían el programa del día, que no dejaba momento para aburrirse para los vecinos y visitantes.
Las cantinas medievales situadas alrededor del Castillo eran un ir y venir continuo de gente que buscaba saciar su sed ante el día caluroso que amaneció en Sabiote, y a la hora del almuerzo, un punto clave para buscar sombra y reponer fuerzas con buena comida.
Conforme avanzaba el día se veían más personas vestidas para la ocasión, ya fuera con los trajes medievales o con las camisetas que Diario JAÉN diseñó para la ocasión. Los caballeros de todas las edades lucían sus mejores galas en una cita tan esperada para ellos como esta.
Una vez el sol decidió ocultarse, el fuego paso a un primer plano para que Sabiote no se quedara a oscuras. Algo despuésde las 20:30, horas comenzó la procesión medieval en honor de Santa María de la Estrella. Al llegar al paseo Gallego Díaz, y antes de continuar por Canónigo Utrera, se prendieron las candelas junto a la imagen, dejando estampas de gran belleza.
Una vez finalizada la procesión, y tras volver a reponer fuerzas, a partir de las 22:30 horas, el faquir Eduard mostró su espectáculo en la plaza Alonso de Vandelriva, la plaza del Castillo se vistió de poesía y fuego antes de que en el interior tuviera lugar la noche de aquelarre a cargo de la asociación de baile “La Corregidora”. A medianoche, fue el turno para “Darash”, que ofreció un concierto en las inmediaciones del Castillo que llevó a los espectadores a sumergirse en un viaje por el Mediterráneo para descubrir sus raíces culturales.
Hoy será el último de tres días medievales, donde habrá combates, pasacalles y mucho más.