Viernes Santo pasado por agua

Lágrimas de dolor al no poder procesionar las imágenes por la ciudad

01 abr 2018 / 12:04 H.

U beda se convirtió en un hervidero de personas que se desplazaban de un templo a otro para ver salir a la hermandad que procesionó la madrugada del Jueves Santo y el Viernes Santo. Así, pasadas las once de la noche del Jueves Santo, salió la cruz de guía de la Hermandad Franciscana y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Señor en su Sentencia y María Santísima de las Penas. Una agrupación que cuenta entre sus hermanos como portador, con un miembro de la Unidad Central Operativa (UCO), el órgano del servicio de Policía Judicial de la Guardia Civil encargado de la investigación y la persecución de delincuencia y crimen organizado y del que, además, fueron invitados, para acompañar a la Sentencia en su su procesión el Jueves Santo, dos tenientes y un capitán. Asimismo, una vela con un “pececito”, que formaba parte de la candelería de María Santísima de las Penas, será entregada para entrar a formar parte del Museo de la UCO.

La otra gran jornada de la semana, la del Viernes Santo, comenzó a las siete de la mañana en la puerta de la Consolada de la basílica menor de Santa María de los Reales Alcázares, cuando la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno hizo enmudecer a la muchedumbre, que a pesar del frío y de la previsión de lluvia se dieron cita para ver salir a la Muy Ilustre y Antigua Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísima Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica. Hermandad que, en vista de las previsiones meteorológicas, decidió salir pero acortó su recorrido, la lluvia podía llegar de un momento a otro. Igualmente, de Santa María también salió la Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída y María Santísima de la Amargura, cuya junta directiva optó por marchar, aunque su intención era recorrer solo la Plaza Vázquez de Molina, “Juan Ruiz González”, “María de Molina”, “Juan Montilla”, Plaza del Ayuntamiento, Pasaje de Jesús y regresó al templo. No obstante, la hermandad fue sorprendida por un intenso aguacero y tuvieron que resguardar a sus titulares con plásticos durante el recorrido de la procesión.

El resto de cita de la mañana del Viernes Santo corrió igual suerte, aunque la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores y la de Nuestra Señora de las Angustias y Descendimiento de Cristo, debido a la lluvia, decidieron suspender su procesión pero sí realizaron un acto para hermanos y ciudadanos que se acercaron hasta los templo de la Trinidad y San Isidoro, para acompañar a los cofrades. Sobre las cinco y media de la tarde, la Unión de Cofradías hizo público el acuerdo establecido por la junta rectora de hermanos mayores de suspender la magna procesión general. Pero a los ubetenses albergaban la esperanza de ver procesionar por las calles de la ciudad a las hermandades de la Soledad y Santo Entierro. Por ello, cientos de ubetenses y visitantes se arremolinaron a las puertas de San Millán y calles aledañas para disfrutar de la subida de la Cuesta de la Merced por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y María Magdalena. Finalmente la agrupación hizo su cortejo y la Reina de San Millán subió en volandas la Cuesta de la Merced, como es tradición, aunque una vez llegaron a la Plaza de Gallego Díaz, la lluvia hizo acto de presencia, de nuevo, y decidieron regresar al templo. Asimismo, la Cofradía del Santo Entierro de Cristo y Santo Sepulcro suspendió su procesión aunque celebró su vía crucis en Santa María.