Toya y su unión de fe con San Marcos

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La pedanía pealeña de Toya vivía unos momentos de máxima algarabía y emoción con la salida de su patrón San Marcos. Desde primera hora de la mañana, comenzaban a llegar numerosos fieles a la ermita, que recibe el mismo nombre que la imagen, para escoger un buen asiento con vista a la celebración de misa. Al finalizar la eucaristía, el sonido de las campanas alertaba a los numerosos devotos que se encontraban en las inmediaciones del templo de que su patrón iba a comenzar a procesionar. La agrupación musical Maestro Caballero León, de Peal de Becerro, se encargaba de animar a los fieles en esta jornada muy esperada. En cuanto San Marcos salía de la ermita, los vítores y mensajes de cariño estuvieron presentes en todo momento y, desde el puente, los anderos inclinaban a la imagen, puesto que antaño la bañaban en sus aguas. La procesión continuaba alegremente y, tras dar media vuelta en el cruce, los fieles llegaban hasta la Fuente la Pioja. Después, la comitiva acompañaba al patrón y, tras interpretar el “Himno de San Marcos” y el nacional, volvía a la ermita repleto de amor.

“Nací y me crié en la aldea de Toya. No es la misma fiesta de hace unos años. Antes había más alegría y agua en el río. Ha cambiado mucho”, exclamaba Manuel Martínez Bautista. Por su parte, Antonio Fernández Bautista decía: “Hace unos años, cuando estuve aquí, la fiesta estuvo muy animada. Bajaban a la imagen al río y todo estaba muy alegre. Ahora ya no hay tanta agua”. “Primero, se celebra la misa y, después, sacamos al santo y lo llevamos hasta cruce mientras bailamos con él. A continuación, le echamos agua”, afirmaba Manuel Fuentes Montiel. Así, Julio García Nieto aseguraba: “Es una fiesta que le gusta mucho a la gente y dónde se lo pasan muy bien. Este año estamos contentos porque el tiempo nos ha ayudado bastante”.