Torrequebradilla “se subleva” por la tala de grandes árboles

El alcalde pedáneo justifica la medida en el “mal estado” de los ejemplares

07 feb 2016 / 11:19 H.

La inesperada desaparición de tres grandes árboles de la plaza de la aldea de Torrequebradilla, perteneciente al municipio de Villatorres, desazona a buena parte del vecindario. El Ayuntamiento culminó la intervención dentro de unas obras de remodelación del espacio público, el lugar en el que, por ejemplo, se celebran las fiestas patronales en honor de San Marcos.

Ante la tala, los habitantes no han tardado en levantar la voz, aunque, de cualquier manera, se trata de un “hecho consumado”, ya que las consecuencias son irreversibles, pues los ejemplares han quedado “patas arriba”. El colectivo Torrequebradilla Unida, en un escrito dirigido al alcalde de Villatorres, Sebastián López, expresan su descontento. Según el texto, los habitantes de la pedanía dicen sentirse “alarmados” por la forma de obra del Ayuntamiento “sin tener en cuenta la opinión de los vecinos”. “Este hecho no es nuevo. Ya sucedió cuando, pese al deseo de conservar nuestra Casa Palacio —uno de los signos de identidad de nuestro pueblo—, una máquina excavadora derribó su torreón. En aquella ocasión hablaban de motivos de seguridad y ahora, al parecer, la causa es la enfermedad de los árboles”, lamentan en la misiva.

La asociación recuerda que la sombra de los árboles cobijaba las celebraciones principales de Torrequebradilla. Además insta a las autoridades a preservar los ejemplares que quedan, en especial el “gordo”, con más de un siglo de antigüedad. “No dudamos de la buena voluntad del Ayuntamiento. Sin embargo creemos que merecemos una explicación”, recalcan la carta.

La respuesta no ha tardado en llegar. La administración local —en un argumento que comparte el pedáneo, Jorge González— asevera que los ejemplares talados se hallaban “en un estado pésimo, secos y con el tronco hueco”. Añade que un informe de los jardines advierte del peligro para la integridad, por el riesgo de caída sobre las personas en caso de fuerte viento. Por otro lado se garantiza que los especímenes erradicados se sustituirán por otros sanos y que, en poco tiempo, darán la misma sombra. Sobre la remodelación de la plaza —que también genera críticas—, el equipo de Gobierno asegura que fue aprobada por los vecinos y que la estructura no se alterará, pues solo se cambiará el terrazo por una solería más acorde con el entorno de la iglesia, cuya cornisa se reparará, además de algunos elementos decorativos. Igualmente el Ayuntamiento defiende la postura en defensa de las tradiciones y el patrimonio y se destaca que sí se informó al vecindario, al que se consultará sobre la baranda de segurida prevista en el lugar.

Algunos habitantes de Torrequebradilla restan importancia a la polémica, manifiestan que se trata de un asunto menor y dan la razón al equipo de Gobierno de Villatorres acerca del deterioro de los árboles.

“No entiendo por qué se levantó la solería”
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Juan Carlos González se muestra molesto con una obra que considera “innecesaria”. “No entiendo por qué se levantó la solería si la plaza estaba bien”, subraya. Critica la pérdida de los árboles y espera que todo esté listo el día del patrón.

“A partir de abril no habrá quien pare ahí”
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Manuel Padilla, responsable de un establecimiento situado en la misma plaza, asegura que la pérdida de los árboles quita la “gracia” al lugar. “A partir de abril no habrá quien paré ahí”, augura el hombre, nostálgico de las sombras desaparecidas.

“Todo ha ocurrido sin que nadie nos avisara”
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Eduardo Muñoz considera que en la reforma habría bastado con adecentar las escaleras. “Todo ha ocurrido sin que nadie nos avisara”, lamenta en relación con la “desagradable sorpresa”. Cree que los árboles podían haberse saneado.

“Han acabado con un símbolo del pueblo”
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Katy Muñoz manifiesta que, con la eliminación de los árboles, Torrequebradilla se queda “sin un símbolo”. “Salvando las distancias, por supuesto, es como El Abuelo para Jaén”, di- ce esta mujer, que asevera que los árboles no estaban tan mal.