Más vigilancia al arroyo Salado tras la oleada de denuncias por vertidos

La Policía Local tomó muestras en la zona y espera una respuesta

21 ene 2017 / 11:27 H.

El arroyo Salado tiene más ojos encima que nunca. Una semana después de que tuviera lugar el último vertido ilegal de jamila en su cauce, el tercero en apenas un mes. Ese mismo día, los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tomaron muestras en la zona, después de volver a ser alertados del hecho por el paisano Manuel Hermoso, que asegura que, desde entonces, los técnicos custodian la zona mucho más de cerca. “Parece ser que no se fían mucho de esta comunidad de regantes y es normal, porque la verdad es que, actualmente, hacer los desembalses que hacen, cuando saben que es una sustancia altamente contaminante, es una auténtica salvajada”, explica.

No obstante, después de una semana, aunque aún quedan restos de las sustancias contaminantes, el arroyo presenta mucho mejor aspecto. “Todavía baja un poco de espuma, pero ya se está diluyendo”, explica Hermoso, gran conocedor del entorno rural tosiriano. Sobre el desenlace que tendrán las últimas denuncias, este aún tendrá que esperar, ya que se encuentra en manos de las autoridades competentes, una vez que desde la Policía local se tomaron las pertinentes muestras en la zona. “Estamos a la espera de que desde la Subdelegación y la Junta de Andalucía nos remitan los correspondientes informes sobre los vertidos anteriores y, así, proceder a sancionar de la manera conveniente a la comunidad que los ha realizado”, manifiesta el oficial jefe de la Policía Local, Antonio Cámara.