Los peregrinos rinden culto
a su patrona en la romería

El jueves fue el día grande del culto en el que se celebró la peregrinación

10 sep 2016 / 11:18 H.

La patrona de Torredonjimeno, Nuestra Señora de Consolación, ya vuelve a descansar en su ermita, después de haberse celebrado los actos centrales de la romería en su honor y que un año más el pueblo tosiriano haya tenido la oportunidad de venerarla a lo largo de sus calles y del camino hacia la ermita. La ofrenda de flores, la noche de este miércoles, volvió a congregar a los fieles ataviados con el traje típico y alimentos, que ofrecieron a la patrona tosiriana tras completar el recorrido urbano, con la modificación sufrida a raíz de las obras de la calle Santa María. Eran ya las diez de la mañana del día siguiente, festivo local, cuando se celebró la pertinente fiesta religiosa en el día grande del culto. Este jueves, previamente a la romería hasta la ermita, se dio la petalada en la confluencia entre las calle de la Victoria, Carrera de los Dolores, Parras bajas y San Juan, organizada por la conocida como “Comisión petalada”, un grupo de jóvenes tosirianos devotos de la Virgen. Ha sido esta una Romería marcada por la novedad importante del día de celebración, la cual ha supuesto diversas quejas y protestas por parte de un sector de los ciudadanos de Torredonjimeno. Estos alegaban, en su mayoría, que el hecho de que la Cofradía hubiera decidido celebrar el acto central de peregrinación el mismo día 8 —fecha tradicional de culto a la Virgen— y no durante el fin de semana iba a provocar que muchos, los que trabajan fuera de la localidad, no pudieran asistir a la romería y que, por consiguiente, la patrona no se viera lo suficientemente respaldada. Era una cuestión de lógica que esa situación de merma en la concurrencia de fieles finalmente se diera, precisamente motivada por dicha razón, pero las partes organizadoras implicadas, Cofradía y Ayuntamiento, hicieron un balance positivo: “Hay mucha afluencia de público y con muchas ganas de estar aquí”, aseguró Aurora Ureña, la presidenta de la cofradía, durante el recorrido hacia la ermita. Una vez que terminó el día grande, se celebró la misa de pastores en la conocida parroquia de Santa María.