“Todo lo que se está contando sobre Francisco es mentira”

Todo lo que se está contando es mentira”. Así de contundente respondió a la llamada de Diario JAÉN una persona del entorno de Francisco M. E., el empresario agrícola natural de Hinojares que, presuntamente y según el relato de la Guardia Civil, el pasado sábado se dio a la fuga tras dejar, en el centro de salud de Pozo Alcón, el cuerpo sin vida del temporero marroquí “simpapeles” que habría sufrido un infarto en la finca de la que es propietario. A pesar de que este periódico logró ponerse en contacto telefónico con esta persona, una mujer, cercana al hinojariense, la misma no quiso revelar su identidad; sin embargo, sí que dejó claro que ni Francisco M. E. ni nadie próximo a él iban a hacer declaración alguna sobre lo ocurrido ni sobre el delito contra los derechos de los trabajadores por el que fue arrestado y puesto en libertad con cargos: “El caso se encuentra en manos de un juez y no queremos que se cuenten más falsedades”, se limitó a decir.

Con la investigación de los hechos abierta por parte de la Guardia Civil, la única versión que se conoce de los mismos es la que desde el Instituto Armado se hizo pública el pasado lunes. De hecho, tanto desde el centro de salud de Pozo Alcón como desde la Delegación Territorial de Salud y Familias de la Junta de Andalucía se remiten al relato de la Benemérita. “Nos limitamos a aportar al juez toda la información que se nos ha pedido”, indican. Ayer, desde CC OO y UGT se reclamó que se redoblaran los esfuerzos desde Inspección de Trabajo para evitar que se dieran más casos de contrataciones ilegales durante la campaña de la aceituna, más aún en un punto en el que se cometen infracciones de esta clase de forma tan asidua, como es el caso de Pozo Alcón. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno confirman que este problema, que se ha agravado con el paso del tiempo, se puso de manifiesto en la última Junta Local de Seguridad celebrada en el municipio a finales del pasado octubre. En la misma se señaló que se tenía constancia desde la campaña anterior de que existen algunos empresarios agrícolas de la zona que suelen contratar a “simpapeles” y que, en algunos casos, ni siquiera se les llega a facilitar alojamiento. A raíz de ello, desde el Ayuntamiento se convocó la reunión de finales del mes pasado para recordar a los agricultores locales que no contrataran inmigrantes para sus tajos si estos no tenían su documentación en regla. Además, tras esa última Junta Local de Seguridad, se dieron instrucciones a Inspección de Trabajo para que se reforzara el dispositivo en esa zona, a raíz de lo cual los dos inspectores destinados a la misma intensificaron sus visitas.

Si finalmente queda demostrado que Francisco M. E. contrató al marroquí que perdió la vida y al otro temporero al que dejó en el centro de salud de Pozo Alcón, a pesar de que estos no habían regularizado su situación en el país, la medida no habría surtido efecto en este caso. Sin embargo, el alcalde del municipio, Iván Cruz, dejó claro que “no todos los agricultores son iguales”, aunque no dudó en mostrar su repulsa, de nuevo, por los hechos acontecidos el pasado sábado. El regidor explicó, además, que, gracias a las medidas especiales de seguridad que se tomaron, la calma está volviendo a Pozo Alcón tras la alarma surgida por los casos de ocupaciones de casas abandonadas en la población, que coincidieron con la alta presencia de “simpapeles” en la misma.