“Todo lo que sé es gracias a mi padre”

Rafael Peña

06 nov 2019 / 16:47 H.

—¿Cómo surgió su negocio y dónde se ubica?

—Mi padre era hostelero, tenía un mesón en Baena, donde nací, allí aprendí todo lo que hoy en día sé y le doy las gracias por enseñarme todo lo que pudo y convertirme en quien soy, llevo toda una vida dedicada al sector de la hostelería. Somos 11 hermanos y nuestro padre nos mandaba a ayudar en el negocio familiar que teníamos. Al principio, cuando era un “zagalillo” me pusieron a fregar los platos y vasos del restaurante, allí me enseñaron a cómo tratar con los clientes y aprendí a luchar con lo que es la vida. Me trasladé a Alcaudete en 1994, donde me acogieron muy bien y llevo 25 años, por motivos laborales, ya que monté con otro socio un negocio, también de hostelería, pero a partir del 2007 nuestros caminos se separaron y decidí empezar esta nueva etapa como gerente de mi propio negocio, el Restaurante Casa Rafa, que está situado en la calle Juan de Alcaudete, junto al Parque Municipal de Nuestra Señora de la Fuensanta.

—¿Cómo se estructura el trabajo en su establecimiento?

—Es un negocio familiar, lo llevamos entre mis hijos, algunos se formaron en cocina profesional en escuela de alta cocina internacional, mi mujer, Mari Carmen Cobo, con quien llevo más de 40 años juntos, y una cocinera que también nos echa una mano. Además, contamos con gran experiencia en el sector, puesto que tanto mis padres como los de mi mujer se dedicaron a la hostelería, un oficio que nos inculcaron desde pequeños.

—¿Qué servicios ofrece y cuál es su especialidad?

—Ofrecemos comidas caseras. También, organizamos comidas para reuniones familiares o de amigos, bautizos, comuniones y bodas. Nuestras instalaciones tienen una capacidad de 45 comensales. Asimismo, tenemos local climatizado y terraza cerrada, que también acondicionamos con estufas para estas fechas más invernales. Nuestra especialidad es la elaboración de los platos con comida casera, que mi mujer se encarga de preparar las recetas y ofrecemos en nuestra carta desde carnes hasta pescados. Los clientes nos suelen demandar carne a la brasa, mariscadas, pescados, chopitos al ajillos, cocido, migas, revueltos de verduras, salmorejo, rabo de toro o el choto al ajillo, que es lo que más triunfa entre los comensales.

—¿Cuál es el ambiente del restaurante?

—El ambiente del restaurante es familiar, vienen clientes de todo tipo. Normalmente entre semana suelen venir más trabajadores de las empresas de alrededor para degustar los menús caseros que elaboramos. Los fines de semana, vienen más familias con los pequeños y suelen venir clientes desde jóvenes hasta personas mayores, y de todos los lugares, quienes nos dan muy buena respuesta y nosotros les respondemos igual, ofreciéndoles un servicio de calidad y unos productos naturales de elaboración casera.

—¿Qué balance hace y cómo valora la situación actual en el sector de la hostelería?

—Actualmente, no me puedo quejar, gracias a mi padre me inculcó todo lo que sé y seguí con la tradición familiar. Existe mucha demanda de empleo en la hostelería, pero hay poca formación entre los que quieren dedicarse a este trabajo. La hostelería es un sector, que dentro de los tiempos que corren, cada vez se innova y se necesita renovar más. Los clientes buscan en el servicio la calidad de la elaboración de los platos o la variedad de la carta, antes que la “comida rápida y barata”, además de que el servicio de atención al cliente sea de calidad y le sirva bien.