Fin de semana para las aldeas

Una pequeña aldea escondida entre los verdes parajes de la Sierra de Segura se convierte este fin de semana en un punto de encuentro para todas las poblaciones de alrededor. Río Madera, una pedanía de Segura de la Sierra con poco más de 30 habitantes, celebra sus fiestas patronales en honor de San Francisco Javier y la Virgen de Fátima, y se vive una auténtica peregrinación, como si de una romería se tratase, entre las muchas aldeas que hay en 10 kilómetros a la redonda.

Desde hace ocho años, estas fiestas se celebran el penúltimo fin de semana de agosto, en lugar del último como era costumbre, ya que muchos turistas y visitantes acababan esos días sus vacaciones y tenían que volver a sus lugares de residencia. Ayer comenzó la verbena frente a la pequeña iglesia y hoy se vive el día grande en Río Madera. A las doce de la mañana, vecinos y visitantes vuelven al templo para escuchar la misa y procesionar las imágenes de sus patrones por las aldeas de alrededor. Muchas personas hacen el camino a pie desde estas poblaciones, bien por promesas o tradición y, al mediodía, los habitantes de Río Madera los reciben con una buena comida de migas capaz de saciar al peregrino más hambriento. Desde las 16:30 horas tiene lugar una de las actividades más características de la zona, el concurso de bolos serranos, así como actividades y juegos tradicionales para los más pequeños del lugar.

Por la noche, todos se reúnen de nuevo para otra velada de verbena en la que no pueden faltar los acordeones y las jotas serranas tan propias de Segura. Los más jóvenes también tienen su momento con la actuación de un DJ en una fiesta que se alarga hasta altas horas de la madrugada. Mañana domingo vuelven los bolos serranos, pero también habrá un concurso de baile en el que todo el que participe puede interpretar pasodobles y jotas como manda la tradición. Por la tarde, se celebrará una nueva cita frente a la iglesia con una gran chocolatada con la que despedir en familia las fiestas patronales de este año 2019.