Saúl González: “Deberíamos inculcar la huerta a los más jóvenes”

LA ENTREVISTA

—¿Cuánto lleva de hortelano?

—Como hortelano podría decir que llevo desde siempre. Desde que era pequeño estoy vinculado con la huerta. Mi familia siempre ha tenido huerta, a la cual mi padre me llevaba desde pequeño, pero en casa de mi abuela había un huerto muy grande y allí fue donde yo empecé junto con ella a poner las primeras plantas y sembrar las primeras hortalizas con diez o doce años.

—¿Como va la hortaliza?

—Este año, las hortalizas, en general, se encuentran en buena situación. Hemos tenido un invierno y una primavera que han sido generosos en lluvias. No hemos tenido temperaturas muy frías aunque sí cambios térmicos abruptos, pero el verano ha llegado un poco más tardío que en años anteriores y eso ha hecho que las plantas estuvieran mejor “aclimatadas” al medio para poder aguantar las calores de la canícula y, de esta manera, ser bastante productivas.

—¿Participará en el concurso de este sábado en Santa Ana?

—Por supuesto que sí. Es una cita que los amantes de la huerta como yo no podemos faltar ningún año. Ahí podemos dar visibilidad a nuestros productos y a nuestra huerta y estar con compañeros del “oficio”, además de comentar cómo ha transcurrido el año como están las demás huertas, intercambiar experiencias y semillas y, por supuesto, la emoción de quien ganará las diferentes secciones del concurso.

—¿Qué productos cultiva?

—La huerta es muy diversa. Se pueden cultivar un amplio abanico de productos casi durante todo el año, desde las habas y los ajos pasando por las patatas, las sandías y los melones, y terminando por las batatas. He de decir que estoy especializado en el cultivo de la patata. Los distintos tipos de terreno en los que tengo las huertas hacen que este producto adquiera un sabor y un calibre especial. Pero no voy a dejar atrás los famosos tomates huevo de toro o “roseados”, que también son especiales en estos terrenos y en la huerta alcalaína.

—¿Tiene usted variedades autóctonas de Alcalá la Real?

—Sí, tengo variedades autóctonas. Me gusta conservar todo lo que es de nuestro terreno y también intentar que no se pierda. Tengo semillas de tomates de mi abuelo, de los pimientos de “boca becerro” o de berenjenas. En el mes de febrero siembro mi almáciga con estas semillas escogidas del año anterior de las mejores plantas, pues eran las que tenían el mejor fruto. Así lo hago año tras año. Esto no quiere decir que no introduzca nuevas variedades y nuevas semillas, aunque siempre con una estricta separación para que no se mezclen.

—¿Cuál es la hortaliza con más peso que ha conseguido?

—He conseguido algunas, pero, como he comentado antes, estoy especializado en las patatas. He llegado a tener una de 2,5 kilos y otras tantas de dos kilos y ya de menos peso, pero rondando los 1,5 kilos. También una sandía de veinticinco kilos y otras de diecinueve y veintidós, y melón de 5,5 a seis kilos. En tomates, de 1,5 a dos kilos. Cada año hay algún producto que destaca más que otros, según las condiciones que se den.

—¿Es rentable esta actividad?

—Esta pregunta es un poco complicada. Si lo quieres ver rentable desde un modo económico, te podría decir que no es rentable. El vender los productos de tu huerta puede darte, como mucho, para ir manteniendo la huerta si adquieres semillas, plantas o accesorios para el riego, pero para nada el poder vivir de ella. Sin embargo, hoy en día, con las nuevas tecnologías, es fácil y mas accesible el darte a conocer. Yo sin más lejos, este año me he creado una página en Facebook y un código QR para poder crear contenido y poder subirlo ahí, aparte de darle visibilidad a mis productos. Si lo quieres ver desde la perspectiva de comer un producto saludable que has sembrado tú, lo has visto crecer, has podido observar cómo día a día ha ido engordando hasta poder recolectarlo y llegar a tu mesa y poder saborearlo, puedo decir que sí es muy rentable la huerta.

—¿Hay relevo generacional?

—Podría decir que ahora mismo hay muy poquito relevo generacional. No obstante, observo últimamente que sí parece ser que está habiendo un poco más después de la pandemia, pero años atrás casi se podía decir que las huertas iban a desaparecer. Como he comentado antes, económicamente no es rentable y hoy en día todo lo que no es rentable económicamente lo desechamos. Además, el tiempo lo solemos utilizar mucho más en ocio que en irnos a una huerta a plantar o recolectar. Tradicionalmente sí es muy próspero el contar con unos productos que has cultivado tú, que son sanos, y deberíamos inculcarlo, en ese sentido, a los más jóvenes.