Santiago Apóstol vuelve a las aguas del Guadalquivir en Coto Ríos

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Una romería que no le teme a las elevadas temperaturas propias del verano. Cualquier persona con un vínculo estrecho con la aldea de Coto Ríos es consciente de lo que se vive en este enclave cada 25 de julio. Decenas de devotos, a caballo y a pie, acompañaron a la imagen de Santiago Apóstol en un recorrido de más de cinco kilómetros con unas vistas únicas del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Desde primera hora de la mañana, la Torre del Vinagre congregaba a los fieles para partir junto al santo hasta las aguas del río Guadalquivir en Coto Ríos. Cada año, el patrón consagra más adeptos que acuden desde diferentes puntos de España para disfrutar de la romería. A mitad de camino y como es habitual, la explanada del hotel Mirasierra se convirtió en el punto de encuentro para la tradicional parada. La devoción y la alegría se podían respirar en el ambiente. Giros al ritmo de la música, acordes de guitarra y voces cargadas de sentimiento llevaron a su apogeo el recorrido.

La segunda parte del camino se vivió con emoción e intensidad antes de llegar al punto culminante de la fiesta y el más llamativo. En primer lugar, fueron los caballistas quienes abrieron paso a la imagen al cruzar el río ya en Coto Ríos. Allí, los jinetes aprovecharon las aguas para refrescar a sus monturas y refugiarse de las elevadas temperaturas. Con el puente a rebosar de espectadores, llegó el ansiado turno de Santiago Apóstol, que creó un paisaje espectacular y lleno de color provocado por las flores lanzadas. Una vez asentados en la pedanía de Santiago-Pontones, sus habitantes demostraron su hospitalidad al ofrecer una amplia variedad de comida y bebida a todos los asistentes, además de preparar los cuidados necesarios para los animales que habían acompañado a los romeros. Ya entrada la tarde, continuó la fiesta con la actuación de una charanga que animó las calles.

“Llevamos veinte años viniendo desde Arroyo Frío con la familia y los amigos. Hay muy buena armonía”, manifestó Rosa Plaza. A pesar de ser el primer año de Ana Sánchez, admitió sentirse muy arropada por los vecinos: “Me han acogido como una más”. “Hay un ambiente fraternal, de buen rato, sin ningún tipo de problema y todos ayudamos en lo que podemos y más”, aseguró David Yáñez. José García resaltó el sentimiento de devoción que mueve a esta romería, que consigue “que el que venga, vuelva”. “Se trata de unas fiestas para pasar con la familia y para nosotros es algo muy valioso”, resaltó Francisco Cano.