Rescate en el río Guadalquivir

Un menor de 9 años cae al agua y es salvado por una empresa de rafting

28 ago 2020 / 09:18 H.
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Se rozó la tragedia en el río Guadalquivir a la altura del Charco del Aceite, en la Sierra de Las Villas cuando un menor de 9 años cayó al agua y su padre se tiró para salvarle y no pudieron salir del agua por la abundante fuerza de la corriente. Ocurrió la noche del miércoles pasadas las 22:30 horas, mientras el pequeño terminaba de disfrutar de una tarde de ocio en el río junto a su familia, cuando se escurrió de unas rocas y cayó al río justo delante del túnel de salida del agua desde la presa del Tranco, que durante estas fechas desembalsa gran cantidad de agua.

El pequeño gritó para pedir ayuda y su padre se tiró a por él quedando en la orilla otra menor y la madre que se encontraba cerca, vecinos de Villanueva del Arzobispo. Pero la fuerza de la corriente no permitió que el padre pudiera acercarse al pequeño para rescatarlo, quedando ambos afortunadamente agarrados a ramas en la oscuridad, además de gritando para pedir auxilio. En ese momento pasaba por la carretera cercana un vehículo en el que viajaban los componentes de una empresa dedicada al ocio activo en este entorno, Rafting Las Villas. Se trata de Albert Valletbó, Julia Feijoo, Justo Criado, Pablo Muñoz e Isabel Valenzuela. Según explican estos, oyeron los gritos de auxilio y detuvieron el vehículo, comprobando la situación de peligro, por lo que decidieron actuar aprovechando la formación técnica de los monitores y su gran experiencia en el río, “se lo conocen como la palma de su mano” reconocen los compañeros.

Una de ellas se dirigió al quiosco del merendero del Charco del Aceite o de la “pringue” como se conoce popularmente, para solicitar que llamaran por teléfono a las autoridades porque la zona tiene complicada la cobertura. Otra de las componentes del equipo corrió a la sede de la empresa para coger dos tablas de paddle surf que dos de ellos utilizarían para lanzarse al agua por encima del pequeño y su padre y llegar hasta ellos dejándose arrastrar por la corriente, mientras que un quinto, se mantuvo en la orilla tranquilizándolos y dándoles instrucciones para facilitar el rescate con seguridad.

Pasaron alrededor de 15 minutos en el agua, “fue todo muy rápido” y afortunadamente llegaron las personas mas idóneas en ese momento. Pero el rescate tuvo otro momento tenso, porque durante un rato estuvieron escuchando los gritos de la niña, hermana e hija de los rescatados, voces que se detuvieron por lo que ignoraban si también había caído al agua habría sido arrastrada por la corriente. Por eso uno de los rescatadores cogió su tabla y corrió a tirarse de nuevo pero se encontró con la buena noticia de que la pequeña estaba junto a la madre en el área recreativa, una zona de gran afluencia que se encuentra entre los términos municipales de Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar.

La rápida intervención terminó en un final feliz para lo que podría haber sido por la imprudencia de asomarse a una zona como esa y ya de noche, según cuentan desde la empresa de rafting, “normalmente si hay luna se ve perfectamente, pero esa noche no había nada de luz, solo pudimos alumbrar con nuestros equipos autónomos y lanzarnos al agua sin pensarlo con ropa de calle a pesar de lo fría que está ahí el agua”.

Poco después llegaron dos agentes de la policía local de Villanueva del Arzobispo, que mediante redes sociales ha querido rendir homenaje público a los miembros de Rafting Las Villas por el excelente trabajo altruista para salvar a estos dos villanovenses.

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