Primeros pasos para salvar el renacentista Palacio de Garcíez

El Palacio de los Marqueses de Viana o Palacio de Garcíez, erigido en la Entidad Local Autónoma (ELA) homónima dependiente de Bedmar, es una de las muestras más importantes de arquitectura renacentista que atesora la provincia de Jaén. Construido en 1548 por el VI Señor de Garcíez, Díaz Sánchez de Quesada, y su esposa, Leonor de Acuña, su estructura era inicialmente gótica, pero sufrió diversas ampliaciones a lo largo de los dos siglos siguientes. A pesar de ello mantiene su configuración original de palacio renacentista italiano. Hoy, sin embargo, lejos de lucir todo el esplendor de antaño, su situación es preocupante.

Declarado Bien de Interés Cultural en 2006 por medio del Decreto 145/2006, de 18 de julio, el 5 de febrero de 2015 ingresó en la Lista Roja del Patrimonio, la iniciativa de la Asociación Hispania Nostra que da a conocer elementos del patrimonio español que están en riesgo de desaparición o de destrucción. Según se recoge en la web del proyecto, el Palacio de Garcíez, que pertenece a manos privadas, está “en degradación progresiva por abandono”, su techumbre tiene agujeros y ha perdido elementos escultóricos en piedra caliza en la portada exterior occidental. Además, la vegetación ha impuesto las leyes de su matriarcado y campa a sus anchas por el edificio.

Sin embargo, la cuenta atrás para que esa situación se revierta está en marcha. La escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada ya ha empezado los estudios arquitectónicos y el análisis estructural y patológico del palacio, unos trabajos que servirán para radiografiar la estructura y conocer al detalle su estado real de cara a su futura rehabilitación. El alcalde de Bedmar y Garcíez, Pablo Ruiz; el presidente de la ELA de Garcíez, Francisco Javier Catena, y el director del centro Paleomágina, Marco Antonio Bernal, son los encargados de coordinar la logística y la promoción del proyecto, en el que participan cien estudiantes del grado de Arquitectura de la Universidad de Granada, liderados por el catedrático de Restauración Arquitectónica Francisco Javier Gallego. En el marco del estudio, según se informa desde el Ayuntamiento bedmarense, se llevarán a cabo la planimetría, el levantamiento topográfico en 3D, el análisis y el diagnóstico de paramentos y la fotogrametría del célebre edificio, del que también se determinará su evolución histórica.

“Estos trabajos previos nos permitirán estimar qué deficiencias tiene el palacio y conocer toda la información técnica necesaria para saber qué presupuesto se necesita para la rehabilitación”, explica el director de Paleomágina a este periódico. Bernal añade que se trata de análisis “muy caros” y que, por ello, se ha optado por emprenderlos en colaboración con la Universidad de Granada. “El estudio se alargará durante todo este curso. Al final, se hará una exposición y se editará un libro con toda la información necesaria para que el Ayuntamiento pueda empezar a buscar líneas de financiación para las futuras intervenciones”, detalla. Habrá que esperar, por tanto, a contar con todos esos datos para elaborar un proyecto de rehabilitación concreto y que el Palacio de Garcíez pueda decir adiós al fantasma del olvido.