Por la gratuidad de los libros
Una campaña informa contra la compra de cuadernillos de carácter complementario
Unidos por una causa común. La Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de la Provincia de Jaén (Fampa) Los Olivos y la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública (Codapa) tienen claro que la gratuidad de los manuales escolares en Andalucía es sagrada, y no escatiman esfuerzos para hacer llegar su mensaje a la sociedad.
Con esta intención, la Codapa lanzó una campaña, a finales del pasado curso académico, en defensa de la gratuidad de los libros de texto, bajo el sonoro eslogan “Stop Cuadernillos”, a través de la que informa a los andaluces acerca de una situación que, dicen, pese a ser contraria a la Ley, se da en la comunidad autónoma, ya que, según la confederación, “en algunos centros educativos aún se exige este material complementario no incluido en el ‘cheque libro’, saltándose la normativa al respecto”.
“¡Ni en inglés, ni en francés, ni en matemáticas! ¡En ninguna asignatura! Di no a los cuadernillos”. Así de tajante expresa su posición la Codapa en el cartel y el folleto editados al efecto, un material con el que la confederación pretende concienciar a los progenitores sobre la importancia de no sucumbir a las exigencias de algunos centros docentes a la hora de complementar el material acogido al plan institucional con otro cuyo coste deben asumir los propios padres.
Recuerda la entidad que la vigencia del Programa de Gratuidad de Libros de Texto en Andalucía se sustenta en los principios expuestos en el mismísimo Estatuto de Autonomía de la región, de forma que, una vez concluido el curso escolar, “los manuales permanecerán en el centro docente donde el alumnado haya cursado las enseñanzas, de forma que puedan ser utilizados por otros estudiantes en años académicos sucesivos”, como se explica en el folleto editado por la Codapa.
La Fampa Los Olivos, por su parte, secunda esta campaña, que anima a los progenitores a exponer ante el centro correspondiente si este les exige la adquisición de cuadernillos complementarios, que en cualquier caso debe estar incluido en el llamado “cheque-libro”. Asimismo, ambas entidades invitan a presentar un escrito apelando a la gratuidad de los libros no solo en el propio colegio o instituto, sino ante la Inspección de Educación correspondiente.
De esta manera, el movimiento asociativo apela a todas las partes implicadas en el proceso, esto es: los propios profesores, las familias, las asociaciones de padres y madres de alumnos y la Administración educativa. A todos ellos les recuerda, textualmente, que “este material escolar es innecesario y que con su inclusión solo se sigue el juego a las editoriales”.
Y es que los colectivos implicados en el desarrollo de esta campaña tienen una meta muy clara, que no es otra “que los centros educativos opten por libros de texto que contengan actividades para evitar recurrir a material adicional cuyo coste soportan las familias”, explican. Para ello, la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Educación Pública, con el apoyo manifiesto de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de la Provincia de Jaén Los Olivos, pone su asesoramiento a disposición de los colectivos en los que se agrupan los progenitores de los estudiantes y los anima a proteger este derecho, al tiempo que insta a profesores y equipos directivos de los centros educativos a “evitar un hábito que devalúa un derecho reconocido”. “Los Olivos”, desde el cuaderno “Familias y Educación Pública”, hace llegar este mensaje compartido a todas las partes implicadas en el proceso formativo en el ámbito de la provincia jiennense.
No en vano, como expresan desde la Fampa, “el Programa de Gratuidad de Libros de Texto representa la concreción de la garantía establecida en el propio Estatuto de Autonomía para Andalucía para los niveles de la enseñanza obligatoria en los centros sostenidos con fondos públicos”, y que esta realidad legal cale profundamente tanto en los hogares como en el ámbito docente supone un esfuerzo que, año tras año, hasta su consecución, el movimiento asociativo de este ámbito crucial en la vida de la ciudadanía está dispuesto a desarrollar a la espera de conseguir la erradicación total de una costumbre que, no por extendida, se debe mantener.