Pacto histórico para generar empleo agrícola en Chiclana
La Junta vende al Ayuntamiento la finca Los Barruelos por 2,3 millones
La Consejería de Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible cede la finca Los Barruelos al Ayuntamiento de Chiclana de Segura a cambio de que sus 126 hectáreas de olivares, frutales, pastos y pistachos se conviertan en una fuente de empleo, jornales, riqueza, desarrollo, innovación y futuro para los vecinos del municipio, tal y como anunció ayer la propia Junta de Andalucía. La delegada territorial del área, Soledad Aranda y el alcalde de Chiclana de Segura, Santiago Rodríguez (PSOE), firmaron ayer la escritura de venta de esta finca para que la titularidad de la misma pase al Ayuntamiento. La tasación hace que esta parcela, en su mayoría de regadío y con cortijo y naves, esté valorada en 3.274.463,06 euros, aunque la Consejería “ha considerado el interés social que tiene esta operación, algo que ha hecho que se le aplique una rebaja del 30%”. Así, el Ayuntamiento abonará por ella casi 2,3 millones de euros. Además, la Junta permitirá que el dinero se pague durante 25 años.
La superficie total de la finca es de 126,7032 hectáreas; de estas, 52,502 son de olivar de regadío, 61,2182 de labor riego, unas 5 de frutal de cáscara, casi una de pastizal y algo más de 8 de pasto arbustivo. Poco más de una hectárea es improductiva. El cortijo tiene 79 años de antigüedad y 56 metros cuadrados de superficie. La nave de 680 metros cuadrados.
La memoria justificativa que acredita la venta de la finca señala que la población demandante de empleo en el municipio es eminentemente agrícola, razón por la cual la finca Barruelos estará dedicada a la explotación agrícola y destinada a ser trabajada por la población chiclanera para que se convierta en una fuente de trabajo que palie el desempleo de este municipio. La finca será gestionada directamente por el Ayuntamiento para garantizar la equidad y la justa distribución de los jornales agrícolas, de ahí que entre los compromisos figuren elaborar listas de trabajo para garantizar la rotación de todos los demandantes de empleo agrícola y distribuir las labores de acuerdo a la formación de estos obreros.