Nervios a flor de piel entre los jiennenses que se presentan a la PEvAU
La presión, la autoexigencia y la sensación de ansiedad son la tónica entre los jóvenes en los días previos a los exámenes

Desde mañana hasta el 6 de junio, 3.621 jiennenses se presentarán a la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU). Los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional de Grado Superior de la provincia forman parte del 6,84% de estudiantes de Andalucía que se examinarán estos días con el sueño de conseguir plaza en su grado soñado. En total, 52.908 andaluces –un 6,05% más que el curso pasado– darán sus primeros pasos hacia su futuro académico y profesional. Para albergar a estos aspirantes, se han seleccionado 136 sedes en toda Andalucía, entre facultades, centros adscritos e institutos. La universidad jiennense contará con tres sedes en la capital y otras ocho repartidas entre Alcalá la Real, Linares y Úbeda.
Los alumnos se enfrentarán a, al menos, cuatro exámenes de una duración de noventa minutos cada uno de ellos. Según los últimos datos del Ministerio de Universidades, el 96,2% de los estudiantes que se presentan a la fase general en convocatoria ordinaria, aprueban. Sin embargo, esto no garantiza llegar a la nota de corte para cursar la carrera deseada. Esta presión, en muchos casos, crea una ansiedad que puede llegar a jugar malas pasadas en los exámenes. “La emocionalidad que nos despierta es muy específica. Sabemos el impacto que tiene fallar, hay autoexigencia, expectativas propias y ajenas, presión social, ilusiones que dependerán del resultado que saquemos”, asegura Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). A esto, según Cabrero, se le suma la creencia errónea de que el futuro de los jóvenes quedará determinado en estas pruebas. “Cuando una experiencia reúne tanta carga vital en una edad donde la madurez emocional aún no pudo desarrollarse, el cerebro vive con mucha intensidad las emociones. Como no es fácil gestionarlas, y menos a determinadas edades, cuesta que esta intensidad se reduzca fácilmente”, indica la profesora.
Estas fuertes emociones son una bomba de relojería en el momento menos pensado. De acuerdo con Montserrat Lacalle, también profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, esto se puede deber exclusivamente a nervios. Cuando esta sensación invade a un alumno en un momento del examen puede provocar que se quede en blanco o que no sea capaz de responder de la mejor forma, “seguramente lo que le está pasando es que ya está en el rango de la ansiedad. Tenemos que ser capaces de diferenciar lo que serían los nervios y la inquietud o una preocupación sana por el rendimiento en ese examen de lo que es la ansiedad, donde el rendimiento se puede ver dificultado”.
Sentimientos de presión y de agobio entre estudiantes jiennenses
No es la primera vez que María José Cisneros se presenta a estas pruebas. La estudiante del IES Santa Catalina de Alejandría (Jaén) no obtuvo la nota que necesitaba para entrar en el Grado de Enfermería el año pasado y vuelve a presentarse, en esta ocasión, a las asignaturas optativas para conseguirlo. Aún así, los nervios siguen presentes. “Estás continuamente mirando las notas de corte y tú misma te pones barreras”, afirma la joven. Aunque Cisneros señala que los profesores durante Bachillerato les preparan correctamente para estos días, comparte que el tiempo entre que termina el curso y se presentan al examen es insuficiente para repasar un curso entero. “La ansiedad fue más agobiante el año pasado al ver todos los temas juntos. A eso se le suma la incertidumbre de no saber lo que me iba a encontrar”, asegura. Aún así, vuelve a presentarse con las ideas claras: “Cuando tienes claro tu sueño, vas a por él”.
Laura Illán es otra joven que se debate entre el Grado en Derecho y el de Administración de Empresas para su futuro próximo. Las notas de corte en la provincia para estas dos carreras están entre el 5 y el 6, una cifra que hace a la jiennense respirar más tranquila. Pero, sin relajarse del todo. “Todavía no estoy muy nerviosa, pero seguramente el día de antes estaré bastante”, asegura la estudiante del IES Jabalcuz. Illán acusa la ansiedad de los días previos al hecho de no tener todo bajo control. “Sí que siento presión al pensar que no puedo con todo lo que hay que estudiar con el poco tiempo que tengo, va por momentos”, admite la joven. Asimismo, lo achaca al poco tiempo que tienen para estudiar desde que terminan el curso académico. “Acabé los exámenes la semana pasada”, sostiene. Su familia y sus amigos son su sostén en estos días: “Entre compañeros nos damos fuerzas y ánimos, además nos ayudamos bastante”.
En estos días previos, Lola Gámiz dedica sus mañanas a estudiar teoría para el examen, mientras reserva sus tardes a las partes prácticas. La estudiante del Colegio Cristo Rey (Jaén) se organiza de esta forma para estos exámenes, una prueba que asegura “decidirá mi futuro”. “Estos últimos días tengo más agobio al ver que cada vez queda menos. Me enfoco en repasar las últimas cosas antes del examen para que no se me olvide nada”, comparte la estudiante. A la joven le gustaría entrar en el Grado de Ingeniería Informática para continuar sus estudios, una carrera cuya nota de corte en la provincia se acerca al 8. La presión por alcanzar esa cifra está ahí. Aunque a la joven le tranquiliza la certeza de haber finalizado Bachillerato con una buena nota, la cual pondera un 60% en la calificación final de la prueba: “Siento que ya tengo un gran trecho hecho, ya solo queda hacer el examen lo mejor que pueda”.