Navas de Tolosa: Todos en su papel de aprender
Presentación y charla-taller de las 35ª edición del concurso Prensa-Escuela Jóvenes Periodistas en el colegio de la pedanía de La Carolina

Cualquier aldea, por muy pequeña que sea, tiene siempre una ventana al mundo tras la cual hay un colegio. Es el caso del Colegio de Infantil y Primaria (CEIP) Navas de Tolosa, ubicado en la pedanía carolinense del mismo nombre, que alberga a 45 alumnos desde tres años del ciclo de Infantil hasta estudiantes de sexto de Primaria. Llevan diez años como Comunidad de Aprendizaje con actuaciones de éxito destacadas como el apadrinamiento lector, a través de la cual los alumnos mayores leen libros a los más pequeños. El 50% de su alumnado viene de otras poblaciones porque, tal y como expuso Alexa, la asistente virtual con la que charlan en el taller: “Sólamente quieren estar en este colegio”.
Durante la presentación de la 35ª edición del concurso de redacción Prensa-Escuela Jóvenes Periodistas, el director de Diario JAÉN, Juan Espejo, preguntó por el lugar donde más ladrillos se fabrican de toda España. Y tras unos segundos de duda, todos respondieron al unísono: “¡Bailén!”. Es una forma de romper el hielo la inicio del encuentro. Acto seguido conocieron de primera mano las herramientas que utilizan los periodistas y las probaron de primera mano. Así, Joana hizo una fotografía o Fernando demostró su talento con una cámara de vídeo. Ambos instrumentos elaborados con papel de periódico y otros materiales reciclables, con el fin de que los alumnos aprendan una tarea clave para el medio ambiente. Son alumnos y alumnas que aprende mucho y rápido, como Nadia, que inmediatamente reconoció en una foto a Albert Einstein, una de las más publicadas y divertidas: se ve al geniro de la física sonriente y sacando su lengua. Culturas, diferencias, integración y empatía. Son también elementos del taller. Por ello conocen, por ejemplo, costumbres del Jaén de Bracamoros (Perú) y del Jaén de Filipinas. Y los valores de la amistas, el amor, la solidaridad y el cuidado del medio ambiente, en un taller divertido que suele terminar con canciones. Dos son ya emblemáticas: ‘Mi gran noche’, de Raphael, y ‘Despechá’, de Rosalía.