Navas de San Juan celebra sus raíces en un fin de semana de encierros

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Tradición. Pocas fiestas hay más representativas de la comarca del Condado que el mundo taurino. Navas de San Juan es uno de los mayores exponentes en este campo, tanto a nivel comarcal como provincial. Un pueblo que se vuelca con los encierros como pocos lo hacen.

Las Fiestas del Emigrante son los segundos festejos del periodo estival del municipio navero. En principio podrían catalogarse como “menos importantes”, tras la onomástica del patrón, San Juan Bautista. Pero nada más lejos de la realidad, son una celebración que ponen de manifiesto el cariño más popular de la gente hacia su lugar de origen y su idiosincrasia más propia de vivir con alegría.

“Las fiestas de agosto”, como también son denominadas en este municipio de más alrededor de 4.500 habitantes, es una ocasión muy especial para aquellos que a lo largo del siglo pasado pusieron camino de por medio en busca de una vida en la ciudad. Por lo que en este primer fin de semana de agosto buscan reconectar con sus raíces a base de un festejo tan representativo de esta tierra como son los encierros.

La primera tanda de las tres preparadas para este sábado y domingo satisfizo a los corredores que habitúan a realizar el recorrido, una fecha marcada en el calendario tanto para propios como para todos los aficionados de la provincia. El encierro, que comenzó a las 10:30 horas tuvo como protagonistas a dos novillos-toros y dos vacas, que de manera alterna hicieron latir los corazones de un público que disfrutó sobremanera de un festejo que se alargó durante casi tres horas.

Tanto en la calle como en la plaza, propios y extraños retaron a las reses en esta primera hornada de encierros. Unos encierros que se reanudaron a las 20:45 horas en un festejo fraccionado que, desde el año pasado, ya se ha convertido en referencia, y que cuenta con gran afluencia de público. Dos días de celebración que pone de manifiesto lo mejor de un pueblo.