Más de dos mil permisos para cazar en la provincia

La Junta convoca la oferta pública para la temporada 2016/17

    12 may 2016 / 11:30 H.

    Jaén se ha convertido en la provincia andaluza con mayor actividad cinegética. Lo demuestran los más de 2.000 permisos que se concederán para la temporada 2016/2017. De esta manea, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio convoca la oferta pública para la adjudicación de los permisos de caza en terrenos de titularidad pública, gestionados por el Ejecutivo autonómico. Esta actividad se desarrollará en las cuatro Reservas Andaluzas de Caza (Cazorla y Segura, Sierras de Tejeda y Almijara, Serranía de Ronda, y de Cortes de la Frontera) y en 29 cotos, de los cuales 14 son jiennenses. Como punto de partida, se ofertará un total de 5.004 permisos. En concreto, 2.145 en la provincia de Jaén, 1.459 en Almería, 470 en Málaga, 335 en Sevilla, 315 en Córdoba, 152 en Cádiz y 128 en Granada, según informa la Junta en un comunicado.

    La resolución publicada en el Boletín Oficial de la Junta especifica que las autorizaciones se adjudicarán mediante sorteo o subasta para las diferentes modalidades de caza y especies cinegéticas: recechos de trofeos, representativos, selectivos, recechos de hembras, recechos y aguardos de jabalí, perdiz con reclamo, paloma y zorzal. Mediante el procedimiento de la subasta se podrá optar también a la especialidad de caza en mano y lotes completos de monterías, batidas y ganchos. Durante la temporada se realizarán distintos procedimientos de adjudicación de permisos por sorteo o subasta en aquellos cotos que así lo requieran para su correcta gestión.

    Por modalidades, las monterías y la perdiz con reclamo son las que se ofrecen mayormente, con 1.640 y 1.555 permisos, respectivamente. Le siguen las de recechos (751), batidas (431), caza en mano (300), ganchos (180), aguardos (67), zorzal al paso (50) y paloma (30).

    Así, la Junta posibilita la práctica cinegética a todos los interesados con independencia de sus posibilidades económicas, facilitando el ejercicio de la caza en régimen de igualdad de oportunidades. La gestión de los terrenos fomentará una actividad compatible con la conservación de la biodiversidad y se hace el aprovechamiento de un recurso natural renovable que repercute en el desarrollo económico, ecológico y social de zonas rurales poco favorecidas, al generar una oferta de calidad.