“La Bella y la Bestia” llena de magia el teatro municipal

Representación benéfica de los usuarios de la residencia Virgen de la Villa

02 dic 2016 / 17:20 H.

Arte y generosidad a raudales sobre las tablas del teatro municipal en la representación benéfica del musical “La Bella y la Bestia”. El montaje corrió a cargo de los usuarios de la Residencia y Centro Ocupacional Virgen de la Villa. La representación, cuya recaudación íntegra fue para la Asociación Provincial de Autismo “Juana Martos”, llenó el aforo y estuvo precedida de la lectura del Manifiesto por el Día de las Personas con Discapacidad, por parte del alcalde, Víctor Torres.

Desde las diez y media de la mañana, más de trescientos escolares de Educación Primaria de los colegios Hermanos Carvajales y Virgen de la Villa esperaban su turno en ordenadas filas para acceder al patio de butacas. Y fue el concejal de Servicios Sociales Francisco José Miranda quien llamó sobre las tablas del teatro al regidor para dar lectura al Manifiesto que redactaron entre las diferentes asociaciones que integran el Consejo Local de la Discapacidad. El máximo responsable municipal agradeció la presencia de los colegios y asociaciones presentes y dijo que, con la actuación benéfica, se pretendía acercar la situación de todos los discapacitados a la sociedad y, en sus palabras, “reivindicar los derechos, la calidad de vida y las condiciones de desarrollo social, acordes con la dignidad de la personas con discapacidad”. A continuación, algunos usuarios del Centro Ocupacional La Peña y de la asociación Accede también leyeron mensajes a favor de las capacidades profesionales y personales de aquellos “mal llamadas discapacitados”. David Fernández, responsable de la empresa Clece, que gestiona la Residencia Virgen de la Villa, agradeció la gran labor realizada por sus empleados en la preparación de la obra teatral.

En la representación, realizada en un solo acto, los doce actores muestran sus dotes interpretativas y musicales viviendo y cantando las diferentes escenas de la adaptación animada que Walt Disney hizo sobre este cuento clásico, en el que no faltó detalle y donde destacó, además del impecable vestuario y caracterización de los personajes, toda la puesta en escena con decorados elaborados por los propios intérpretes. Las diferentes escenas musicales animaron al público que, incluso, acompañó con palmas las canciones. El número final de la obra hizo que el público se levantara de sus asientos y participara cantando y bailando, como un actor más, sobre las tablas del teatro.