Adornos con mucho corazón

Un año más, los alumnos del colegio San Amador emprenden su campaña de felicidad para las próximas navidades. Los pequeños se pusieron manos a la obra para confeccionar adornos navideños que, hoy, pondrán a la venta en el mercadillo semanal. Con esta iniciativa, que implica a toda la comunidad educativa del colegio, los niños pretenden recaudar fondos que aseguren la llegada de alimentos básicos a las casas de sus compañeros menos favorecidos.

Según la directora del centro, Antonia María Vázquez, la iniciativa surgió hace cuatro años de los propios alumnos al enterarse de los apuros económicos que pesaban sobre los domicilios de algunos de sus compañeros. “Los escolares trabajan en los adornos navideños desde finales de octubre. La actividad les ocupa la hora de Dibujo”, dijo la directora, quien señaló: “Con el dinero recaudado compramos alimentos de primera necesidad para las familias de los alumnos que tenemos constancia que lo están pasando mal”.

Todo el colegio se implica en la actividad. También los profesores que compran los materiales con su propio dinero y, así, evitar el gasto a las familias. Al llegar la clase de Dibujo, los menores se organizan en grupos y forman una cadena de montaje para realizar los adornos. De esta forma, mientras unos cortan los patrones de goma eva, otros los pegan, y otro grupo les coloca la cuerda para colgarlos del árbol.