Los caballos ya pueden pasear
Los jinetes llevan desde el
14 de marzo sin poder salir de la finca con sus animales
Los caballos también han sufrido las consecuencias del covid-19 de primera mano. Pese a que este virus no afecta a los animales, estos han permanecido desde que se decretara el estado de alarma, el pasado 14 de marzo, encerrados en las cuadras, ya que sus dueños solo podían visitarlos para alimentarlos y ejercitarlos en ese mismo recinto. Ahora, con la entrada en vigor de la fase 0 y con la salida para de las personas a pasear y hacer deporte en determinadas franjas horarias, desde el lunes, también están autorizados los paseos a caballo, aunque tienen que ser dentro del término municipal, así como en sus caminos.
Asimismo, estos animales han pasado su confinamiento, un hecho que, como a las personas, les ha supuesto un cambio importante en las rutinas habituales. Además, los caballos son sociales con unas necesidades fisiológicas muy específicas, y las medidas de confinamiento les han podido provocar alteraciones a nivel físico y psicológico. Los cuidadores tuvieron que adaptar la dieta a su bajo nivel de actividad, reduciendo el pienso y aumentando el forraje para prevenir problemas graves de salud como los cólicos. Además, todos los días tenían que caminar por el recinto privado para evitar la pérdida de masa muscular, así como problemas óseos.
Hasta el momento, durante los últimos cincuenta días, los jinetes solo habían podido entrenar con sus caballos mediante una cuerda para que el animal trotara en un espacio reducido. Por ello, con la entrada de la fase 0, los dueños agradecen que ya puedan dar pequeños paseos que servirán para despejar al potro. Asimismo, muchos dueños, este año, echarán en falta acudir a las romerías de los municipios jiennenses con sus caballos, así como a sus ferias. Una tradición que está inculcada en todos los lugares y que debido al coronavirus, muchos de ellos tendrán que esperar al próximo año.
En cuanto a los deportistas, el mundo ecuestre seguirá la misma normativa que los demás profesionales, aunque tendrán que comenzar con unos entrenamientos de adaptación a la rutina del propio caballo para evitar lesiones del animal. Todo ello, antes de volver a la normalidad de la competición. Así, los aficionados, con las nuevas medidas de desconfinamiento pueden disfrutar de su pasión como antes de la crisis sanitaria del coronavirus y dar paseos con el animal pero sin salirse del término municipal. Aún así, es un paso hacia delante y los caballos saldrán de las cuadras después de estar confinados durante cincuenta día como las personas, aunque estos sin verse afectados directamente por el covid-19.