La sangre verde de todo un pueblo en Martos

El municipio celebra la Fiesta de la Aceituna con el reparto de 11.000 hoyos

15 dic 2024 / 18:15 H.
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Miles de marteños y visitantes se congregaron en el Parque Municipal Manuel Carrasco de Martos el pasado fin de semana para vivir una excepcional jornada de convivencia y hermandad en torno a la Fiesta de la Aceituna. La expectación era tal que el Ayuntamiento calcula que se repartió 11.000 bolsas del tradicional hoyo aceitunero –compuesto por pan, aceite, aceitunas y bacalao–. Esta es una de las actividades estrella programadas para la Fiesta de la Aceituna marteña, que en 2024 alcanza su 44 edición. En el interior del recinto es difícil hallar una mesa libre para que el paladar disfrute con estas sencillas viandas. Además, los allí presentes lo acompañan con cerveza, vino, jamón o habas, que conforman un menú que da buena fe de la riqueza gastronómica de la zona.

Mientras tanto, en el escenario dispuesto en la zona, cuatro trabajadores cuidaban con mimo la que sería la extracción del primer aceite de oliva del año, lo que se llevó a cabo con una prensa de husillo de tracción manual. Un acto cargado de simbolismo que recuerda que, a pesar de los numerosos avances tecnológicos en el sector, los olivareros y sus vecinos no deben olvidar nunca cuáles son sus orígenes. Antes de la degustación de los míticos hoyos tuvo lugar el acto de inauguración de la Fiesta de la Aceituna, en el que se puso en valor la función esencial que desempeña en el tejido socio-económico marteño. En este estuvieron presentes las autoridades, encabezadas por el alcalde de Martos, Emilio Torres; el subdelegado del Gobierno, Manuel Fernández; el diputado de Infraestructuras Municipales, José Luis Agea; y el alcalde de Mora, municipio hermanado con Martos, Emilio Bravo. Tras ello se llevo a cabo la tradicional ofrenda al monumento a los aceituneros, momento que precedió al el pregón de esta edición, que fue pronunciado en el Teatro Maestro Álvarez Alonso por José María Navarro, gerente de Andaltec.

Instantes previos a ello, el alcalde de Martos recorrió los desafíos a los que se enfrenta el olivar: “Hay que hacer de él un cultivo competitivo, por lo que debemos abordar, incluso a corto plazo, la necesidad de aumentar la superficie de regadío, aprovechando la inminente puesta en marcha de la depuradora, así como seguir mejorando la calidad de los aceites y de la producción de aceites tempranos”, destacó. En el acto también intervino, Emilio Bravo, alcalde de Mora, que aseguró sentirse en Martos como en casa, además de reivindicar el precio justo del aceite. “Es oro líquido, y como tal, debe valer lo que es, un producto de primera calidad”, aseveró.

Por su parte, José Luis Agea, diputado de Infraestructuras Municipales, subió a las tablas para elogiar la función de esta iniciativa. “Esta fiesta es una forma de homenajear a los hombres y mujeres del olivar, a una forma de vida”, afirmó. José María Navarro, gerente de Andaltec, fue el pregonero de esta edición. No es marteño de nacimiento, pero si lo es de adopción, y su vínculo quedó patente en su emotivo discurso: “Este contacto con el campo ha sido una escuela de vida, hasta el punto de que lo tengo en cuenta a la hora de contratar a un empleado. He comprobado que la persona que ha conocido el trabajo duro de verdad, de ir a la aceituna, suele tener una mejor actitud en su puesto de trabajo”.

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