La pandemia propulsa el sector del ajo de Jamilena

La ausencia de producto chino ayuda a decenas de empresas

29 jun 2020 / 16:41 H.
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En tiempos de pandemia no todo es noticias negativas. Dentro del desastre de dimensiones mundiales que supone la irrupción de la covid-19 se dan ejemplos de sectores que salen claramente beneficiados. Uno de ellos, el del ajo de Jamilena.

El presidente de la Asociación de Ajeros de Jamilena (AJA), Juan Anguita, asociación de Ajeros de Jamilena, subraya que después de unos años muy complicados en 2020 los datos resultan positivos. Detrás de este respiro se encuentran movimientos de calado internacional. En concreto, la ausencia de ajo chino por estos lares. El gigante asiático comenzó a verse afectado por el coronavirus desde el tramo final de 2019, con un cese casi absoluto de la actividad económica en enero y febrero. “Tenían un montón de producto en stock”, explica Anguita.

La consecuencia directa fue que Europa empezó a abastecerse de ajo español. Eso supuso una oportunidad para dar salida, a unos precios razonables, a buena parte de las existencias acumuladas en los almacenes. Jamilena encadena varios meses de bonanza, en la que

La presente campaña se encuentra en su apogeo y con casi dos meses por delante, pues la previsión es que termine en agosto. Actualmente, los negocios jamilenudos del sector se afanan en la adquisición de ajos frescos para su manipulación y su almacenamiento. El municipio, con un término municipal muy pequeño —no llega a nueve kilómetros cuadrados— no produce estos bulbos comestibles, sino que los compra fuera. Llegan principalmente de Cuenca —Las Pedroñeras es un referente—, Albacete, Córdoba y Granada. Una vez en las cámaras de conservación, el artículo se saca en la medida de las necesidades.

Esta año, además de a Europa, los ajos preparados y envasados en Jamilena alcanzan Marruecos y Argentina. Con más de treinta empresas, muchas de ellas familiares, la recuperación supone una fuente de ingresos para muchas familias, con aumento de las contrataciones respecto de lo habitual. Una parte muy importante de la población activa de Jamilena —un municipio de unos 3.300 vecinos— se emplea en esta actividad, desarrollada en naves.

En algunos caos como Ajos El Lobo, la compañía de Juan Anguita, son ya cuatro generaciones dedicadas a “trabucar” el producto. En 2020, pese a la amenaza que suponían las abundantes lluvias en algunas zonas, se ha conseguido una calidad destacada del artículo. En cuanto a 2021, las perspectivas son inciertas. El presidente de AJA señala que hay mucho producto chino “viejo”, que debería destruirse sin dudarlo, pues ya no reúne unos estándares acordes con los que reclaman los mercados. En función de la evolución de la pandemia, existe el riesgo de que el género oriental inunde Europa y hunda los precios en la línea de lo que ha sucedido a lo largo de recientes ejercicios.

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