La Junta de Andalucía aprueba vender sus acciones de Renean
Se quiere fomentar la inversión privada, pero la alcaldesa de Espeluy lo ve “inoportuno”

El pasado 23 de diciembre, la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) de Andalucía, adscrita a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, anunció el inicio del proceso de venta de sus acciones en la empresa Reciclado de Neumáticos de Andalucía, S. L., (Renean), cuyas instalaciones quedaron destruidas el pasado junio a causa de un incendio. Dichas participaciones sociales, que representan el 48,68% del capital social de la compañía, saldrán a subasta pública con un precio de salida de 151.759,68 euros. El consejo rector de Amaya tomó la decisión apenas dos semanas después del incidente, a primeros de julio, si bien el anuncio, como se ha apuntado, no se produjo hasta finales del recién extinto 2020, tras recibirse el visto bueno del Consejo de Gobierno de la Administración regional.
Según las fuentes consultadas de la Consejería, dicha decisión no tiene relación alguna con el incendio, sino con una apuesta por “fomentar la inversión privada y la capitalización de Renean”: “La Junta apoyó en su momento el proyecto piloto, pero una vez constatado que se mantiene el proyecto empresarial y el empleo en la planta de Espeluy, la Consejería se desprenderá de su capital social en la empresa debido a que existe interés privado. De esta manera, se atrae a nuevos inversores para el proyecto”, explican estas fuentes, que indican que la decisión se comunicó en su momento a la alcaldesa del municipio, Manuela Cobo: “La Consejería entiende que el dinero público ha de ir dirigido a prestar servicios a donde no llega el sector privado. En cambio, en el caso de Renean existe un interés inversor condicionado al empleo y al mantenimiento de la actividad, que se debe alentar porque es el camino para generar riqueza y empleo en el territorio”, sentencian desde la Junta.
No obstante, para la alcaldesa espeluseña, la decisión del Gobierno andaluz carece de sentido, al menos ahora: “No es el mejor momento para hacerlo. Los restos de la planta no se han tocado tras el incendio, ni siquiera han ido a limpiar aquello”, denuncia, si bien explica que aún hay “unos tres trabajadores” dedicados al almacenaje de neumáticos, una tarea para la que sigue capacitada la compañía, según Cobo. “No digo que no sea una buena noticia. Me da tranquilidad que la empresa quiera seguir y mantener los puestos de trabajo, pero, con la situación actual de la planta, más las dificultades derivadas del coronavirus, a mí me parecería mejor que siguiera habiendo aún inversión pública”. En junio, la plantilla de Renean estaba compuesta por 16 personas, la mayoría de Espeluy, pero también había de otros municipios cercanos. Su futuro, más de medio año después del incendio, sigue siendo incierto. Este periódico también se puso en contacto con el gerente de Renean, Iván Peralta, para conocer su versión de la situación, pero declinó hacer declaración alguna al respecto.
MEDIO AÑO DEL DESASTRE
El incendio en la planta de Renean se declaró la tarde del 13 de junio del año pasado, sobre las 15:50 horas. Debido a la alta inflamabilidad de los neumáticos almacenados, las llamas pronto se expandieron por todas las instalaciones. Nada pudieron hacer los bomberos de Andújar y Jaén para impedirlo. Sí lograron controlarlo, a pesar de lo cual, cuatro días después, aún había algunos focos sin apagar y consumiendo lo que ya apenas eran escombros y ceniza y la columna de humo todavía era visible desde varios kilómetros de distancia. Eso sí, la salud de los vecinos del municipio no corría peligro, según indicó la alcaldesa. No fue hasta el 20 de junio cuando los bomberos dieron por extinguido el incendio.
LA DESINVERSIÓN AFECTA A OTRAS TRES EMPRESAS DE RECICLAJE ANDALUZAS
La Junta de Andalucía aprobó a principios de julio del año pasado iniciar el proceso de desinversión no sólo en Renean, sino en otras tres plantas de reciclaje andaluzas, a saber, Aprovechamiento y Recuperación de Bidones y Envases, S. L. (Arbiden), de Dos Hermanas (Sevilla) y dedicada a la limpieza, recuperación y reciclado de bidones y envases industriales, metálicos y de plástico, especialmente de residuos peligrosos; Aserraderos de Fiñana, S. L., en el municipio homónimo almeriense, cuya actividad consiste en la transformación de madera procedente de aprovechamientos en montes gestionados por la comunidad en la Sierra de Filabres, Sierra Nevada y la Sierra de Baza, y Reciclado de Componentes Eléctricos, S. A., (Recilec), en Aznalcóllar (Sevilla), dedicada a la recolección, transporte, almacenamiento y gestión de equipos eléctricos y electrónicos fuera de uso. Menos de dos semanas después, la Guardia Civil, en el marco de la Operación Raecash, detuvo a cinco directivos de esta última empresa como presuntos culpables de delitos contra el medio ambiente y los recursos naturales, traslado fronterizo de residuos, contra los derechos de los trabajadores, estafa, falsificación documental, apropiación indebida y administración desleal. Además, la Benemérita apuntó la posible implicación de uno de ellos en blanqueo de capitales. El Instituto Armado, que hizo pública la noticia el 14 de julio, cifró el posible fraude en más de 16 millones de euros. Posteriormente, el día 27 del mismo mes, los Bomberos de Sevilla extinguieron un incendio, que se saldó sin heridos, en las instalaciones de Recilec.