Juan Carlos Lopes, cocinero solidario en tierras alemanas
Tras una década en Torredelcampo, ahora ayuda a mayores en Bremerhaven

Son tiempos difíciles en los que cualquier gesto se valora y aquellos que lo reciben lo recordarán para siempre. Con este espíritu, Juan Carlos Lopes se ha propuesto ayudar a quienes lo necesiten en Bremerhaven, una de las ciudades más importantes de Alemania. Ubicada al norte del país y a orillas del río Weser, cuenta con el puerto pesquero más importante de Europa. Allí se encuentra este cocinero, natural de Lamela Pereiro de Aguilar (Ourense), se trasladó en 2007 a Torredelcampo, donde trabajó como cocinero, pero actualmente se encuentra en tierras germanas desde 2015, donde también cocinó como voluntario en un restaurante de comida española que lleva por nombre “El Galeón Andalucía”.
Esta pandemia del covid-19 también está provocando una gran repercusión económica en la ciudad, dado que muchas personas han perdido su trabajo: “La hostelería también está bastante afectada porque no se puede abrir y cada día que pasa es una pérdida”. Ante este problema, Lopes se puso manos a la obra y decidió ayudar a aquellas personas más vulnerables: los mayores.
Cada día, este cocinero pone su talento culinario al servicio de aquellas personas que lo necesitan. Él acude a las casas de aquellas personas mayores que lo necesitan y directamente les prepara la comida. “Yo ayudo en todo lo que la persona necesite, tanto cocinar como ir a comprar o, simplemente, ir a la farmacia porque esas personas muy mayores son de alto riesgo y muchas no pueden moverse”, admite Lopes, quien reconoce que la satisfacción y el agradecimiento que recibe por prestar este servicio es enorme: “La gente agradece mucho mi actitud y mi disposición de ayudar sin ningún interés económico, cosa que no lo hace todo el mundo; los habitantes de Bremerhaven reconocen mi esfuerzo”. Su especialidad es la cocina española y andaluza, desde paellas, tapas de cocina mediterránea, sopas o postres caseros: “Aquí gustan y mucho los potajes por el frío que hace (...) estamos cerca de Holanda y Dinamarca”.
Aunque ahora solo piensa hacer la vida más fácil a aquellas personas más vulnerables, Lopes se muestra preocupado por el futuro que deparará esta crisis sanitaria: “También tengo mucho miedo porque después de esta crisis no sé qué va a pasar con la hostelería, mucha gente también vive de ello como yo”.
Su actividad diaria es muy intensa, pero también consigue tiempo para hablar con sus familiares, que se encuentran entre Portugal, Galicia y un hermano en Estepona: “Hablamos todos los días y están preocupados al estar tan lejos”. En definitiva, las crisis hacen sacar lo mejor del ser humano y este cocinero traduce su solidaridad en gastronomía.