Jódar se rinde ante su reina, la Virgen de Fátima

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El barrio de Fátima volvió a convertirse, un año más, en el corazón de Jódar. La imagen de la Virgen recorrió nuevamente las calles del barrio que lleva su nombre, dejando tras de sí un reguero de emociones, pétalos y fervor. Desde primera hora de la tarde, se respiraba un ambiente especial. Las calles engalanadas, los balcones repletos de flores y el murmullo creciente de vecinos y devotos presagiaban que no iba a ser una procesión más. Y no lo fue.

A las 20:00 horas se abrieron las puertas de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima. En ese mismo instante, el barrio estalló en aplausos y vítores. Las anderas, guiadas con firmeza y delicadeza por su capataz, María Antonia Triguero, alzaron el trono con fuerza. Un total de 30 mujeres llevaron sobre sus hombros a la Virgen, mientras la Agrupación Musical Arroquia Martínez comenzaba a interpretar las primeras marchas.

Durante todo el recorrido, la Virgen estuvo acompañada por una multitud de vecinos que la seguían con velas encendidas, creando una estampa sobrecogedora. Muchos, desde balcones arrojaron pétalos al paso de la imagen, algunos incluso usando bandejas o bolsas, mientras otros se acercaban al trono para lanzar sus pétalos desde cerca. La emoción se desbordó en cada esquina. Las petaladas fueron una constante, destacando la que se vivió a la salida del templo y las organizadas por los propios vecinos en diversos puntos clave, donde varios altares improvisados rendían homenaje a la Virgen de Fátima.

A medida que caía la noche, la tenue luz de las velas iluminaba el camino, creando una atmósfera mágica. Pasadas las 22:30 horas, la imagen llegaba a la ermita entre lágrimas, aplausos y, como es tradición, entre fuegos artificiales. De esta manera, las anderas completaban el recorrido con la misma emoción con la que lo habían comenzado. Así se cerró una jornada que, volvió a demostrar que el barrio de Fátima es mucho más que un lugar: es un sentimiento. Porque la Virgen de Fátima no es solo una imagen: es testigo de bodas, bautizos y comuniones de todo el barrio.