Entre pétalos y aplausos, la patrona volvió a emocionar a todo Alcaudete
La Virgen de la Fuensanta realiza su tradicional traslado en un fin de semana lleno de júbilo y fervor
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Radiante y soleado último fin de semana de abril en el que los alcaudetenses salieron a festejar por las calles, con fe inquebrantable, a su patrona, la Virgen de la Fuensanta Coronada.
La patrona del municipio abarca toda la atención de los días previos a mayo. El sábado tuvo lugar el traslado desde el Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta hasta la Iglesia Conventual de Santa Clara, en una tarde llena de fuegos artificiales y devoción.
La doble llamada dominical de la Virgen de la Fuensanta hizo vivir la jornada de manera especial. A las 10:00 horas la Virgen, que llegó el pasado imagen salió hacia la Iglesia de Santa María la Mayor, a las faldas del Castillo, donde se realizó una eucaristía en su honor.
La traca final de este fin de semana ya llegó por la tarde cuando los vecinos se agolparon a las puertas de la parroquia consagrada a la madre de Jesús, para ver el tercer traslado de la patrona en cuarenta y ocho horas.
La Virgen, pasadas las seis de la tarde, atravesó la Puerta del Perdón y, acompañada por la atinada banda de música municipal, desfiló camino abajo hasta llegar al arco de la villa, que ya convirtió la procesión en un callejeo constante por las angostas pendientes del municipio.
En un recorrido en el que los horquilleros se recrearon para que todos los vecinos pudieran ver a “la Reina de Alcaudete”, los pétalos fueron el actor secundario que hicieron que la Virgen irradiase el amor y el fervor con más fuerza.
Ya de noche, la turba que se fue sumando y se convirtieron en cientos, se dispusieron como séquito personal y encaminaron hacia la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen. La imagen, de vuelta en el templo, hizo que los más devotos se emocionasen en otra jornada de fe y de amor incondicional.