El lince explora nuevos territorios

La semana pasada fue un olivarero y cazador de Albanchez, Antonio Muñoz Muñoz, el que se topó con un lince, en plena comarca de Sierra Mágina, muy cerca del paraje de Gútar. El hallazgo llevó al Ayuntamiento albanchurro a ponerse en contacto con la Delegación de Medio Ambiente de la Junta en Andalucía, para conocer detalles del “extraordinario acontecimiento”. El felino, llamado Melisandre, es una hembra y llevaba puesto un transmisor. Fue uno de los ejemplares que se liberaron en febrero en la zona del río Guarrizas, en el entorno de Vilches, a más de cien kilómetros de su hábitat natural, que es Sierra Morena. Provenían de Portugal, ya que uno de los objetivos de los responsables del programa de cría en cautividad es que se mezclen ejemplares de distintos territorios para, de esta forma, mejorar su genética.

El porqué de estos desplazamientos es más sencillo de lo que parece. Y es que, como explica el delegado de Medio Ambiente en la provincia, Juan Eugenio Ortega, se debe a que hay una mayor presencia de estos animales en el territorio jiennense, una de las principales zonas linceras del mundo, al concentrar buena parte de los 400 ejemplares que, según el censo de 2015, hay en el planeta.

La especie ya no está tan amenazada como antes y el mayor número de los linces, unido a su carácter territorial, les lleva a hacer largas excursiones fuera de “casa”, en busca de conejos, su principal alimento. De ahí que, recientemente, fuera advertida la presencia de la hembra Melisandre en el Parque Natural de Sierra Mágina. Pero, como precisa el delegado, este no es el único caso, ya que hay constancia de la presencia de linces en Villardompardo, Torredonjimeno, Cazalilla e, incluso, en la comarca de La Loma.

Una de las claves para entender esta expansión está en la capacidad de desplazamiento del animal que, como aclara Ortega, puede recorrer unos 30 kilómetros en una sola noche. Aunque no hay que lanzar las campanas al vuelo, porque la especie todavía es muy vulnerable, lo cierto es que, según el responsable de la Administración andaluza, es una buena señal. Por eso es muy importante conocer cada posición del lince durante estas excursiones, por si hay que estar preparado ante una posible colonización. Esta posibilidad, no obstante, todavía es remota. Lo dejan claro en la Junta de Andalucía, que lidera en Andalucía el programa Life+Iberlince, en el que también está implicado el Ministerio de Medio Ambiente y otros organismos y que cuenta con financiación de la Unión Europea. “Lo más probable es que regrese a su hábitat en la temporada de cría, pero ojalá que encontrara un macho y se reprodujeran en nuevos territorios”, reflexiona el delegado de Medio Ambiente.

En abril de este año, ya hubo que celebrar otro “hito”, cuando se descubrió en Vilches la primera camada de cinco cachorros, nacida silvestre, en la población del valle del río Guarrizas. Tras constatar que los cachorros se encontraban bien, se montó un dispositivo de vigilancia mediante observación directa y fototrampeo para poder certificar que la madre no había abandonado el cubil, después del encuentro accidental de su camada con un vecino del municipio de El Condado.